Mientras la derecha más reaccionaria en España critica y reniega del decreto de ahorro de energía aprobado, otros países europeos adoptan medidas similares o idénticas.
Todo ello bajo la atenta mirada de la Comisión Europea que, sin embargo, aplaude la adopción de estas disposiciones.
En nuestro país, incluso, Isabel Díaz Ayuso, presidente de la Comunidad de Madrid, pretende llevar el decreto de ahorro energético ante el Tribunal Constitucional.
Una actuación que, según Pilar Llop, ministra de Justicia, tiene poco o ningún recorrido jurídico.
Tal vez, así, la derecha española debería fijarse en cómo están actuando otros países de la Unión Europea.
El ahorro de energía en Alemania
Por ejemplo, Alemania, extremadamente dependiente de la energía rusa, aprobó un decreto esta semana para limitar la temperatura de la calefacción a los 19°C.
Es exactamente lo mismo que una de las medidas del decreto de ahorro de energía que el pasado jueves aprobó el Pleno del Congreso.
Otra igual es la que el gobierno de Olaf Scholz ha incluido en ese paquete de disposiciones: prohibición de la iluminación nocturna de instalaciones publicitarias.
Asimismo, en edificios y monumentos donde la iluminación sea meramente estética. La medida debe aplicarse entre las 22:00 y las 6:00 horas.
Otra disposición, más particular de este país, es la prohibición a los particulares de calentar las piscinas con gas y electricidad.
Además, las empresas energéticas tendrán que informar a los clientes del consumo previsto y de posibles medidas de ahorro.
Muchos gobiernos municipales ya habían aprobado este tipo de medidas que ahora pasan a ser de obligado cumplimiento a nivel nacional.
Francia también limita las temperaturas
Por su lado, para conseguir su cuota de ahorro de energía, Francia limita también la temperatura de la calefacción y apaga la iluminación nocturna.
El horario cambia en esta disposición porque en nuestro vecino galo la iluminación publicitaria tendrá que apagarse a partir de la 1 de la madrugada.
También, habrá que dar al interruptor de apagado para todas señales luminosas, salvo en lugares públicos abiertos por la noche.
El decreto de ahorro energético incluye también el cierre automático de puertas en todos los edificios públicos.
Esta medida también se aplica en Francia, donde la calefacción no podrá superar los 19°C ni el aire acondicionado los 26.
Asimismo, el gobierno de Emmanuel Macron analiza la limitación del uso de aviones privados y empresas en distancias cortas. Igualmente, si existen alternativas ferroviarias.
Italia y sus medidas de ahorro
Por otra parte, pese a la dimisión de Mario Draghi, el Ejecutivo en funciones italiano prepara un paquete de medidas de ahorro de energía.
Italia importa un 40% de su gas desde Rusia, de ahí que se haya marcado el objetivo de reducir hasta un 20% su consumo.
Para ello, algunas de las posibles medidas pasan por limitaciones energéticas en los hogares, con una calefacción a 19°C y el aire acondicionado a 27.
Además, es posible que se impongan franjas horarias de consumo y limitaciones al alumbrado.
Respecto a los espacios públicos, los comercios cerrarían a las 19:00 y la hostelería a las 23:00 horas.
Portugal, Chequia, Grecia…
Por parte de Portugal, todavía no hay medidas oficiales. No obstante, el Ministerio de Medio Ambiente ha encargado un estudio de las disposiciones que se están adoptando en el resto de la UE.
El objetivo es planificar un paquete de medidas que se adapte a las necesidades del país, como Bruselas ha pedido que hagan todos.
De otro lado, Grecia, República Checa y Eslovenia avanzan en la misma línea que España, con propuestas de limitación de temperaturas en interiores.
Por último, Bélgica y Países Bajos tratan de llegar a acuerdos comerciales con Noruega con el fin de importar gas desde Escandinavia.
En cambio, el país nórdico, uno de los mayores productores de gas del mundo, ha anunciado limitaciones a las exportaciones de electricidad.
Además, asegura que no puede incrementar el suministro de gas natural al resto de Europa.
Es lo que hay, y les funciona como se ha demostrado en Madrid, Castilla-León, y Andalucía. Nuestro retraso en la integración en la Europa Democrática aparte algunos países del Este, la pagamos con la mentalidad reaccionaria que conservándose también en nuestros socios occidentales, lo hacen en menos grado y menos intensidad, mostrando el efecto que durante cuarenta años pesaron sobre nuestro país, no es de extrañar que sean, precisamente, los países que poco después se libraron del totalitarismo soviético, los que en paralelo muestren el mismo rasco común, mutatis mutandis, como resistencia a la evolución de la Unión.
Eso es lo que tenemos frente a nosotros desde que iniciada la crisis de 2008, se abrieron, ante la falta de soluciones diferentes al desplazamiento de las cargas sobre las mayorías a través de unos mercados y un capitalismo que el neoliberalismo a transformado en lo contrario de lo que su creación pretendía desde el Coloquio de Lipmmann: la apertura de oportunidad al retroceso hacia el pasado, repitiendo las antiguas formulas que nos hablaban de la decadencia y la degeneración de un sistema en el que se intenta preservar.