Sánchez se lo está pensando

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha cancelado su agenda tras conocer que un juez ha admitido una denuncia contra su mujer, Begoña Gómez, por parte de la poco confiable asociación de ultraderecha Manos Limpias.

Un grupo de personajes de extrema derecha cuya mejor carta de presentación ha sido supuestas extorsiones, estafas y demás.

Por otra parte, el juez Juan Carlos Peinado García, titular del Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid, abrió diligencias para investigar unos presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios que habría cometido Begoña Gómez, esposa de Sánchez.

Eso sí, lo hizo sin consultar ni solicitar informe alguno al Ministerio Fiscal. Muy transparente no parece.

No obstante, hay que aclarar que la mujer del presidente no está de momento investigada, aunque en la denuncia sí aparezca su nombre.

Una querella que se sostiene en recortes y titulares de prensa sin más argumento. Parece que al juez le vale. Tanto como declarar secreta la investigación.

Lo que sí pide la denuncia es que se cite a Gómez para declarar, así como a los medios de comunicación que publicaron las informaciones.

Así, ante estos ataques de la ultraderecha, Sánchez ha decidido tomarse un tiempo para reflexionar. Con todo, en una intervención en el Congreso, afirmó que “en un día como hoy y después de las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la Justicia de mi país”.

En su misiva a la ciudadanía, que ha publicado en X y que se puede descargar aquí, anuncia que el próximo 29 de abril comunicará su decisión de si dimitirá o no.

De este modo, abre la puerta a su salida o a una cuestión de confianza, pero no puede convocar elecciones antes del 30 de mayo.

Ataque sin precedentes contra Sánchez

En cualquier caso, en la carta a la ciudadanía, el presidente advierte del ataque “sin precedentes” contra su mujer. Asimismo, acusa a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, y a Santiago Abascal, de Vox, de ser “colaboradores necesarios”.

Ante ello, se pregunta si merece la pena seguir aguantando la situación, a lo que se responde que no lo sabe.

“Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política, si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, reflexiona.

Entonces, subraya que nunca ha tenido apego al cargo “a pesar de la caricatura” que la derecha y la ultraderecha política y mediática han tratado de hacer de él.

En cambio, sí se debe al compromiso político y al servicio público, destaca en las líneas.

Por eso, opta por cancelar su agenda pública y tomarse unos días para la reflexión, aunque seguirá trabajando.

Para él, confiesa, la gravedad de estos ataques contra sí mismo y contra Begoña Gómez merecen una “respuesta sosegada”.

Denuncias contra Gómez archivadas

Cabe recordar que Feijóo denunció ante la Oficina de Conflicto de Intereses lo mismo que contiene la querella que el juez ha admitido. En su derecho estaba si pensaba que existía ese conflicto.

Sin embargo, se archivaron doblemente, provocando una reacción ya habitual en la derecha. Si es a mi favor, las actuaciones están bien. En cambio, si no es así, descalifican a los funcionarios, como así hace constar Sánchez en su misiva.

Paralelamente, Gómez ha emprendido acciones legales contra los digitales que publicaron las informaciones en las que se basa la denuncia. Exige que esos medios también de ultraderecha rectifiquen.

“No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, pues ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa”, apostilla el jefe del Ejecutivo.

Sea como fuere, como apuntan desde el PSOE, se ha cruzado en exceso una línea roja y Manos Limpias ha ganado una notoriedad no merecida. Contra nadie, sea del color que sea si se entra en el ataque personal y no político. Esto no es política, es ser un macarra.

Qué curioso que la aministía ya no está en las conversaciones de los políticos, ni otros asuntos que sí interesan a los ciudadanos. Lo que importa para la derecha extrema y la extrema derecha es derribar como sea, incluso desde la falsedad. Menuda clase. No todo vale.