Illa, el hombre tranquilo que no gobernará Cataluña

Illa, el hombre tranquilo que no gobernará Cataluña

Lo decían las últimas encuestas: Salvador Illa, el candidato del PSC, ganaría estas elecciones en Cataluña marcadas, y determinadas, por la tercera ola de coronavirus.

Una de las más recientes, apurando el límite legal para publicar sondeos, la de Sigma-2 para El Mundo, que vaticinaba un triple empate en cabeza. O la de SocioMétrica para El Español, que anticipó la victoria de la lista del socialista. No mucho antes, la del propio CIS. Todas ellas acertaron y erraron a la vez.

Salvador Illa ha ganado en número de votos, con un casi 24% de los sufragios y alrededor de 650.000 papeletas a su favor. Sin embargo, la aritmética parlamentaria del Parlament no le permitirá formar Gobierno, salvo sorpresas.

El número de escaños obtenidos, 33, es insuficiente para lograr la mayoría absoluta necesaria de 68 diputados que le permitan ser investido nuevo president.

Con esas cifras, cualquier acuerdo con fuerzas moderadas, como su carácter, se antoja imposible. Un Govern de izquierdas necesitaría, cuanto menos, de la anuencia de ERC, cosa en este momento inalcanzable.

Cabe recordar que la “foto de Colón del independentismo”, como así calificó al acuerdo de las formaciones independentistas, veta pacto alguno con el PSC.

Ni siquiera es previsible que la mediación de En Comú Podem, no independentista, pero sí favorable a un referéndum, rebaje la dura posición de los republicanos.

Illa no puede, ni quiere, pactar con la derecha

Al otro lado, Cs podría apoyar una investidura socialista. Eso sí, siempre y cuando no incluya a conseller alguno del secesionismo o un programa de gobierno que contemple cesiones a los independentistas.

Con todo, el pobre resultado de Carlos Carrizosa resulta corto para sumar, habida cuenta de que sería necesaria la concurrencia del PP, imposible. O de los comuns, en las antípodas políticas de la formación naranja.

Un pacto constitucionalista resultará igualmente imposible por la irrupción de Vox en el Hemiciclo catalán. El PSC no pactará con la ultraderecha “ni por activa, ni por pasiva, ni por perifrástica”, lleva insistiendo Illa.

Así las cosas, se atisba en el horizonte un nuevo bloqueo que, casi con toda certeza, desembocará en repetición de la cita electoral. El hombre tranquilo que hemos visto casi a diario a cuenta de la epidemia habrá ganado las elecciones catalanas, pero no gobernará, salvo sorpresas.

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