VOX siembra el pánico con un resultado histórico

VOX siembra el pánico con un resultado histórico

Si entre los independentistas hay una lucha encarnizada por la hegemonía en el independentismo, no es menor la que protagonizan Vox y PP por quién lidera la derecha.

Las encuestas habían anunciado el posible sorpasso de la ultraderecha a los populares. Los de Santiago Abascal podían entrar en el Parlament, irrumpiendo con fuerza donde era difícil que lo hiciera a hasta 11 diputados. Los que ha logrado.

Al tiempo, en Génova los de Pablo Casado entraban en pánico al contemplar un escenario en el que podían, incluso, desaparecer. A tal punto era la histeria que enviaron una legión de interventores y apoderados para ‘vigilar’ el recuento, sobre todo en el voto por correo. Y especialmente en aquellas localidades donde podía estar más disputado el voto. Al más puro estilo Donald Trump. No se fiaban.

El resultado final es que Vox ha logrado una representación significativa, histórica en sí misma por pequeña que parecía resultar. Pero es que se convierten en la cuarta fuerza política en el Parlamento catalán. Por su lado, el PP consigue retener un mínimo orgullo, aunque pierde un diputado: 3.

Baldío fue el sprint de su líder cuando llegó a decir que desaprobaba las cargas policiales del 1-O. Le valió el reproche de propios y ajenos. Sobre todo de su socio de Gobierno, Ciudadanos, en tres de las cuatro Comunidades Autónomas donde gobierna.

Inés Arrimadas, la líder naranja, criticó con dureza las palabras de un Casado que trata, de este modo, de desmarcarse del ‘aznarismo’ y del ‘marianismo’.

“Poner en cuestión el papel de la Policía y de la Guardia Civil o que suene a esto me parece sorprendente”, replicó Arrimadas. No dejó, en cambio, de contextualizarlo en la campaña electoral, en la que, dijo, algunos líderes nacionales dicen “cosas raras” a medios no afines.

Con todo y con eso, el resultado es el que es. Los casi seis millones de catalanes llamados a las urnas han hablado de un modo u otro y a la derecha no le queda otra que aceptar el resultado.

A fin de cuentas, Vox y PP cuentan poco en el Parlament. Su minoría ni tan siquiera será determinante a la hora de propiciar un Govern constitucionalista. Para bien o para mal, su resultado se lo han ganado a pulso a base de enfrentamiento y nula colaboración.

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