De Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, se puede esperar casi cualquier cosa, como que se haya llevado a su casa documentos oficiales. Debe ser que los considera personales y, en parte, lo son.
Aún así, está prohibido, pero él hace lo que quiere, que para eso fue presidente de la mayor potencia mundial.
Ahora se ha sabido que el multimillonario neoyorquino se llevó a su residencia en Mar-a-Lago desde cartas a documentos de trabajo. Todos ellos, correos electrónicos, misivas, regalos deben entregarlos a los Archivos Nacionales.
El diario estadounidense The Washington Post lo ha revelado este lunes. Trump tenía en su casa, por ejemplo, cartas de Barack Obama y de Kim Jong-un, el líder supremo de Corea del Norte.
Según fuentes cercanas del ex mandatario, no tuvo mala intención cuando se llevó varias cajas de la Casa Blanca. Como decimos, entre ellas, algunas que contenían obsequios de líderes extranjeros, una carta de Obama o misivas de Kim.
Archivos Nacionales, al darse cuenta de ello, decidió adoptar medidas. Envió a altos cargos del departamento ha florida con el fin de recuperar las cajas. Como es habitual, Trump planteó disputas judiciales, pero, finalmente, envió los documentos el pasado mes de enero.
Las cosas de Trump
Además, el magnate neoyorquino tenía por costumbre romper algunos de los documentos de trabajo. Y eso que está prohibido.
“Entre los documentos presidenciales recibidos por los Archivos Nacionales había documentos en papel que había roto el expresidente Trump”, señalaron los funcionarios.
Así, “funcionarios de la gestión de registros de la Casa Blanca” tuvieron que pegar “con cinta adhesiva” algunas de las hojas, apuntaron.
Dicho esto, desde Archivos Nacionales plantean dudas de que Trump realmente tuviera apego a lo que mandata la Presidential Records Act. Es decir, que los presidentes deben conservar toda comunicación escrita.
Incluso, según analistas consultados por el periódico estadounidense, podría suponer peligros para la seguridad nacional. Esto es porque pueden contener información que deberían conocer las futuras administraciones.
Cabe recordar que Trump fue el primer presidente de Estados Unidos en encontrarse con un miembro de la dinastía Kim de Corea del Norte. Según el ex mandatario defendió, sostuvo una relación epistolar cordial con el líder norcoreano.
“Me escribió cartas hermosas, son cartas magníficas. Nos hemos enamorado”, llegó a decir en setiembre de 2018. Cierto es que gracias a esa relación se rebajaron las tensiones tanto con Estados Unidos como con Corea del Sur.
A tal punto la reacción fue cordial que Kim llegó a proponer a Trump para el Premio Nobel de la Paz. Su gesto lo correspondió el mandatario con elogios.