Casado replantea su estrategia tras el éxito del acuerdo entre sindicatos y patronal

Casado se replantea un cambio de estrategia

Un cambio de estrategia es lo que se está empezando a plantear Pablo Casado, líder del PP, después de los pactos sociales alcanzados y el acuerdo del Consejo Europeo. De los primeros, la subida del salario mínimo interprofesional y la prórroga de los ERTEs frente a la epidemia de coronavirus. De lo segundo, España tendrá acceso a hasta 140.000 millones de euros, el 11% del PIB, más de 72.000 millones de ellos a fondo perdido.

Necesita un cambio de estrategia porque desde que alcanzó la presidencia de la formación conservadora se ha presentado como el único de gestionar bien la economía y defender los intereses de los empresarios. Así lo defendió durante la campaña de las elecciones vascas y gallegas del 12 de julio.

En esa línea, sostuvo que “la normalidad del PP es el milagro económico, el que hicieron José María Aznar y Mariano Rajoy y el que volveremos a hacer”. “La experiencia de gestión del PP nadie la va a dudar, ni siquiera la izquierda”, insiste reiterada y machaconamente.

Durante la epidemia, pretendía centrar su discurso la economía, presentando la gestión del Gobierno como la “ruina” a las que aboca a España. En todo momento ha defendido una bajada de impuestos, reducir la estructura del Estado y continuar con las políticas de los gobiernos autonómicos populares.

Esto es, la “liberalización”, como les gusta llamar a la privatización de sectores públicos estratégicos como la Sanidad o la Educación. “Como pasó con Aznar y con Rajoy, si España no quiere caer en una crisis tiene que confiar en el PP”, insiste obstinadamente.

A pesar de los éxitos del Gobierno, de momento no hay cambio de estrategia

Por su lado, Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, ha intentado, desde el comienzo de la legislatura, atraerse a la patronal. Sabe de los ataques de la derecha política y mediática que vienen dibujando un apocalipsis y una catástrofe de la economía española.

En cambio, en enero conseguía el pacto con patronal y sindicatos para subir el salario mínimo interprofesional. Apenas cuatro meses después, volvía a poner los de acuerdo para prorrogar los ERTEs y evitar despidos masivos a causa de la crisis del coronavirus.

Casado, en cambio, volvía con sus acusaciones contra el Gobierno de querer arruinar al país con esas políticas económicas.

Ahora, mediado el mes de julio le llegó al líder popular el tercer golpe. Criticó al jefe del Ejecutivo por no, según él, haber hecho “los deberes” y no “dejarse ayudar” para la trascendental cita en el Consejo Europeo. En cambio, Sánchez se trajo debajo del brazo un histórico acuerdo por el que España se beneficiará de más de 72.000 millones de euros libres.

Así las cosas, quiso vestirlo con el argumento de que su formación “ha hecho más por España que los socios del PSOE”. “Consideramos que este buen acuerdo es una enmienda a la política del Gobierno de España en cuanto a su pactos de investidura con Podemos, y los más recientes con Bildu y partidos nacionalistas”, dijo.

Ya en el Congreso habló de un “rescate en toda regla”, afirmando que “el Gobierno tiene que asumirlo aunque intenté vender lo contrario”.

Lo dijo en uno de los cursos de verano de El Escorial y organiza el PP. Lo acompañaba Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, quien no suscribió sus palabras. Casado necesita un cambio de estrategia, pese a que crea que su partido vive “un buen momento”. Eso afirmó Teodoro García Egea, secretario general popular.

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