El pasado martes, Estados Unidos ordenó el cierre del Consulado General de China en Houston, Texas, dando un plazo de 72 horas para su cumplimiento. 40 minutos después de que dicho plazo concluyera, agentes federales estadounidenses y fuerzas de seguridad locales entraron en el edificio de la delegación diplomática.
Equipos de seguridad con camisetas con el logotipo del Departamento de Estado de Estados Unidos vigilaban la entrada trasera. Antes de que los agentes entraran en el consulado chino, la policía de Houston estableció un cordón alrededor del edificio y cerró las calles aledañas.
En un encuentro con reporteros, miembros del Departamento de Estado estadounidense señalaron que miembros de la delegación diplomática estaba implicada en una investigación por fraude que llevaba a cabo una institución de Texas. “Estaban directamente involucrados en las comunicaciones con los investigadores y les guiaron sobre qué información recopilar”, explicaron.
Acusan a miembros del consulado de participar en actividades de espionaje
Según la versión de los funcionarios, por supuestas actividades de los trabajadores del consulado “son un microcosmos de lo que, creemos, es una red más amplia de individuos en más de 25 ciudades que cuentan con los respaldos de los consulados aquí”. Así lo ha transmitido la cadena de televisión CNN.
Indicaron que “los consulados han estado brindando a las personas de esta red orientación sobre cómo evadir y obstruir nuestra investigación. Y se puede inferir de eso la capacidad de asignar tareas a una red de asociados en todo el país”. Destacaron que las instalaciones de la misión diplomática en Houston no son una “selección al azar” para ordenar su cierre.
La Administración Trump justificó la decisión en el “desequilibrio” en las relaciones bilaterales. Asimismo, en la protección de la “propiedad intelectual” y la “información privada” de Estados Unidos.
Desde Pekín advirtieron a Washington el que adoptarían “contramedidas”. Así, dos días después, se ordenó el cierre del Consulado General estadounidense en Chengdu, en la provincia de Sichuan.