Afganistán: las cosas van peor para las mujeres tras un año

Afganistán: las cosas van peor para las mujeres tras un año

Este lunes, los talibán celebraron el primer aniversario de la toma de Kabul y la recuperación del poder en Afganistán.

Se comprometieron a respetar los derechos logrados por las mujeres después de derrocar al Emirato Islámico en 2001.

Sin embargo, ha pasado un año desde entonces y las cosas no es que ni siquiera se hayan mantenido como entonces. Han ido a peor. Todas las promesas de los talibán eran mentira.

Así lo ha denunciado ONU Mujeres, que denuncia que los gobernantes han construido “meticulosamente” unas “políticas de desigualdad”. Marginan a la mitad de la población.

El “apartheid de género” que sufren las mujeres afganas

Sima Bahous, directora ejecutiva de esta agencia, ve un deterioro “diario y continuo” de los Derechos Humanos de mujeres y niñas en Afganistán. No sólo en el ámbito público, sino también en el privado.

Denuncian, asimismo, que no hay mujeres en el Gobierno talibán y que los hombres de línea dura continúan mandando y adoptando leyes a su medida.

Así, Bahous asegura que “ha sido un año de faltas de respeto crecientes sobre el derecho –de las mujeres– a vivir sus vidas como libres e iguales”.

Las 29 prohibiciones, maltratos y vejaciones que sufrirán las mujeres afganas

Se les niega, afirma, “la oportunidad de ganarse la vida, acceder a atención médica y educación y escapar de situaciones de violencia”.

Bastaron, dice, “sólo unos meses” para echar por tierra dos décadas de avances. De recordarlo se encargan habitualmente grupos de mujeres que continúan saliendo a la calle para reivindicar sus derechos.

Eso, pese a la represión talibán y las amenazas de las autoridades gobernantes. De hecho, el pasado sábado, los talibán dispersaron en Kabul una protesta con alrededor de 40 mujeres.

Afganistán, único país que no permite a las mujeres acceder a la educación secundaria

Y es que las mujeres sufren retrocesos en el ámbito laboral y de la educación. Tal es así que Afganistán es el único país del mundo que impide que las niñas accedan a la educación secundaria.

De hecho, según Unicef, alrededor de 3,4 millones de niñas y adolescentes están fuera del sistema educativo afgano.

Además, los talibán obligan a las mujeres a cubrirse el rostro en público y a moverse únicamente bajo la vigilancia de un ‘guardián’ varón.

Esto podría suponer una mayor situación de violencia y la incapacidad de las víctimas de violencia de género para pedir auxilio.

Ante ese escenario, Bahous advierte de que sin la plena participación de las mujeres, “hay pocas oportunidades de lograr una paz duradera, la estabilidad y el desarrollo económico”.

Precisamente, en un contexto o el que más de 24 millones de afganos necesita ayuda humanitaria. De hecho, la crisis económica de Afganistán es una de las mayores de todo el mundo.

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