Trump decreta el estado de sitio y se propone desplegar el Ejército

Trump decreta el estado de sitio y se propone desplegar el ejército

Se cumplió ayer una semana del homicidio de George Floyd, mientras Donald Trump decretaba el estado de sitio en Washington. Es homicidio porque así lo ha determinado la autopsia oficial practicada al hombre afroamericano.

Los disturbios se multiplican en todo Estados Unidos y el presidente amenaza con desplegar el Ejército en todo el país. De hecho, así lo ha hecho en la capital estadounidense, la única ciudad donde puede hacerlo sin permiso del gobernador del estado respectivo.

El toque de queda se ha impuesto en todo Estados Unidos a partir de las siete de la tarde, las 00:00, hora en la España peninsular. Entretanto, Trump salió de su escondite en el búnker de la Casa Blanca acompañado de una pequeña comitiva.

Lo hizo después de que la Policía Militar, junto a agentes a caballo y lanzando gases lacrimógenos contra centenares de manifestantes congregados pacíficamente abrieran un pasillo en dirección a la iglesia de Saint John. El sótano de este templo ardió el domingo tras las violentas protestas por la muerte de Floyd.

Trump se dirigió a esta iglesia para hacerse una foto sujetando una Biblia en la mano después de un discurso a la nación en el que anunciaba la movilización de las Fuerzas Armadas. Después, volvió a su escondite.

La acción del presidente tuvo su reacción en las palabras de Mariann E. Budde, la obispo de la diócesis episcopal de Washington DC. Se sentía “indignada” porque Trump hubiera visitado el templo “después de amenazar básicamente con un diluvio de fuerza militar”.

“El presidente utilizó la Biblia, el más sagrado texto de la tradición judeocristiana, y una de las iglesias de mi diócesis, sin avisarnos siquiera, como telón de fondo de un mensaje antitético a las enseñanzas de Jesús y a todo lo que defiende nuestra iglesia”, manifestó.

Toque de queda y estado de sitio

Pero es que el mandatario estadounidense utiliza estos golpes de efecto al más puro estilo fascista para ‘granjearse’ cada vez más amigos.

En otras ciudades del país, como Los Ángeles, se preparaban ayer para vivir una nueva jornada de violencia y disturbios. Y eso que las autoridades se solidarizan con la indignación de las gentes, pero que tienen que subir el tono para controlar la situación.

Sin embargo, a pesar de los disturbios y los saqueos, aún hay sitio para la esperanza y la sensatez. En el trascurso de una manifestación pacífica, convocada por Sade Sellers y EJ Joseph, en la confluencia de Sunset Boulevard y Laurel se vivió un momento de gran simbolismo.

El oficial de policía al mando del operativo que vigilaba la movilización propuso a los convocantes un acuerdo. El agente hincaría la rodilla en el suelo como muestra de solidaridad con las protestas y los manifestantes se marcharían pacíficamente al entrar el toque de queda. Se cumplió. Acciones parecidas sucedieron en otras localidades.

Entretanto, el hermano de Floyd se acercó al lugar donde, en Minneapolis, Derek Chauvin ahogó a George. Allí, con un megáfono, dijo: “Educaos y sabed a quién votáis. Así es cómo les vamos a golpear. Porque somos muchos”.

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