Tras la amnistía, el referéndum

Tras la amnistía, el referéndum

Una vez que los independentistas catalanes han logrado la Ley de Amnistía, avisan de que van a por el referéndum.

Tensan más la cuerda ante un Pedro Sánchez debilitado –ahí está el CIS de marzo, y eso que es el CIS- por la corrupción y la propia amnistía y exigirán la celebración de la consulta.

Más aún ahora que Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, ha convocado elecciones anticipadas en Cataluña. Con ello, empieza a hervir la pugna del independentismo catalán, que, si no fuera por la amnistía, estarían más divididos que nunca.

Pero ahí están, sacando músculo y dispuestos a continuar con el chantaje. Especialmente, Junts, esa extrema derecha catalana racista, xenófoba, que siempre va a lo suyo, con Carles Puigdemont liderando a sus cachorros.

La cuestión es que el 12 de mayo hay elecciones en Cataluña y el independentismo catalán calienta a olla, poniendo sobre la mesa el referéndum.

No es nuevo. Ya advirtieron cuando se empezó a hablar de investidura y de la amnistía, que esto último no era el final, sino el principio. Y van a cumplir con su advertencia.

Con lo que no cumplen es con los pactos. Especialmente, los neoconvergentes, que rompen sistemáticamente los acuerdos según les sople el viento. La hipocresía les viene en el ADN y no es un socio fiable.

Referéndum sí o sí

Ahora, redoblan, también ERC, la apuesta, sabedores de que sus votos son cruciales para que siga avanzando la legislatura.

Pero, eso sí, ni avisan a Moncloa del adelanto electoral, provocando, además, que el Gobierno retire su proyecto de Presupuestos para 2024.

No obstante, seguirán pidiendo ayuda para resolver sus asuntos, como la sequía. Y menos mal que el Estado responde porque, si no, los ciudadanos, esos a quienes dicen defender, son los que sufrirían las consecuencias.

Así, a cara de perro, los independentistas catalanes siguen a lo suyo.

Pilar Vallugera, diputada republicana, afirmó en el Pleno del jueves que “la amnistía era condición de posibilidad pero no suficiente”.

“Seguiremos en el camino de la liberación nacional por los conductos democráticos, pacíficos, cívicos y dialogados”, aseguró. Eso dicen.

Entretanto, Josep María Cervera, diputado de Junts, dejaba claro a Félix Bolaños que “la única página que se pasa con la Ley de Amnistía es la de la represión”.

De este modo, el independentismo catalán se empeña en poner contra la pared al Estado. Eso sí, con una buena dosis de victimismo, como si no hubieran roto un plato. Tras la amnistía vendrá el referéndum, a buen seguro que lo conseguirán. ¿Después?

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