Pactos para una “anomalía”

Pactos para una investidura

Los resultados electorales del pasado 23J han dejado claro que, por muchos pactos que el PP quiera hacer, las cuentas no salen.

Sólo podría contar con Vox y, con los 33 diputados de ultraderecha, suma 166, a los que se podría añadir el de UPN y el de Coalición Canaria.

Sin embargo, en la mañana de este martes, desde las islas le han dejado cristalino que, con la ultraderecha de por medio, no hay nada que hacer.

Por tanto, en el mejor de los casos, 167 votos a favor de hacer a Alberto Núñez Feijóo presidente del Gobierno. Más aún después del portazo que le ha dado el PNV, desde donde le niegan ni siquiera la posibilidad de iniciar negociaciones.

Así se lo trasladó personalmente en la noche del lunes Andoni Ortuzar, presidente del EBB, la dirección de la formación jeltzale.

De este modo se lo dijo porque así se acordó en la reunión que el EBB celebró al mediodía del lunes en la sede de Sabin Etxea de Bilbao.

Y es que el PP ha “cruzado una línea roja al meter en las instituciones”, como ha mantenido Ortuzar en las últimas semanas por los pactos con los de Santiago Abascal. El PNV, afirmó, no entrará “de ninguna manera” en la “ecuación PP-Vox”.

Pactos de la “anomalía”

Por tanto, da que pensar cuál es la “anomalía”. Porque los partidos en el panorama español parecen mostrar a Feijóo que las anomalías son sus acuerdos ‘Frankenstein’ con Vox. No es una “anomalía” dejar gobernar al PSOE y Sumar.

Así las cosas, al otro lado resulta igual de inquietante la posibilidad de llegar a pactos que, al menos, permitan una investidura de Pedro Sánchez.

No obstante, el escenario es más ‘suave’. Para poder resultar investido, Sánchez necesita convencer a los que han sido sus socios parlamentarios durante la XIV Legislatura.

En ocasiones, la mayoría de ellas, se ha apoyado en ERC, PNV, Bildu y BNG, además de Teruel Existe, CCa-Nc o PRC, pero principalmente en los cuatro primeros. De ellos, los gallegos fueron los primeros en anunciar que facilitarán la investidura.

Ausentes los últimos –Teruel Existe no ha logrado entrar y el PRC no concurrió–, CCa anticipa que estará en contra, se hace más imprescindible el apoyo de los partidos nacionalistas e independentistas.

Pero ahora no basta con que se abstengan. Tienen que votar sí para que salga adelante una investidura por mayoría simple. Suman 172 votos, sólo uno más que los contrarios. Se dan por hechos los negativos de PP (136), Vox (33), UPN (1), CCa (1).

La cuestión es que ERC se ha quedado con 7 de los 13 diputados con que contaba. El PNV (5) ha perdido uno, que, supuestamente, ha recogido Bildu (6) y el BNG mantiene uno. Pero los 7 de Junts podrían volverse en contra de Sánchez.

Nada hace pensar que los jeltzales vayan a oponerse a la coalición PSOE-Sumar. No lo han hecho en la mayoría de los casos en estos últimos cuatro años y suele negociar con soltura con el Gobierno.

Bildu votará a favor si “hace falta”

Por su lado, Arnaldo Otegi, líder de los abertzales, ha asegurado este martes que, si “hace falta votar a favor”, lo harán.

A ese respecto, lo tiene claro y lo ha dicho en una entrevista en Radio Euskadi. “No ponemos precio ni líneas rojas en público e intentaremos evitar una repetición electoral”, afirmó.

Dicho esto, también ha expuesto que “no depende solo de EH Bildu”, en alusión a las posiciones de los independentistas catalanes.

En ese sentido, Otegi señaló que “desde el respeto a la decisión que adopten en Junts, mi reflexión es que en Cataluña, al igual que en Euskadi, se ha votado masivamente para evitar el triunfo del bloque reaccionario”. “Considero que la prioridad de ambos pueblos es esa”, sostuvo.

Con todo, el dirigente abertzale deslizó que el PSOE también debe “ser consciente de que tendrá que hablar con normalidad de determinados asuntos”.

Una alusión a la plurinacionalidad y la autodeterminación que, igualmente, ha plasmado al avisar de que “no se puede construir una alternativa que siempre dependa de los independentistas, sin empezar a hablar del problema nacional, del problema de la vertebración territorial y de las naciones sin estado, con absoluta normalidad y serenidad”.

Más duro está en Cataluña

En cierto modo, ERC sigue la misma línea, desde donde lanzan un mensaje de predisposición a negociar, aunque pongan su precio más alto.

Por el momento, parece que aparcan la cuestión independentista, aunque no la descarten, y se inclinan más por dialogar sobre inversiones y transferencias a Cataluña.

Sin embargo, en este camino preparatorio para negociar los pactos para una investidura, Junts será el hueso más duro de roer.

Lo han dejado claro: no permitirán que Sánchez sea presidente si no se habla de autodeterminación y amnistía.

“Es lo que hizo que no votáramos a Pedro Sánchez en dos ocasiones, precisamente porque se negaba a afrontar este problema político”, ha dicho Laura Borràs, presidente de los neoconvergentes.

Por eso, advierte: “No hemos venido a rebajar nada”. “Hemos venido a conseguirlo todo. Haríamos mal en empezar una negociación rebajando nada. Nuestros puntos han estado muy claros desde el principio”, apostilló.

En todo caso, considera que es “Sánchez el que tiene la obligación de desbloquear la vía política”.

Así las cosas, para que haya una investidura de Sánchez, es necesario que voten a favor los mencionados ERC, PNV, Bildu y BNG. Entre los cuatro suman 19, que, unidos a los 122 del PSOE y los 31 de Sumar, totalizan 172.

Por tanto, para que no haya repetición electoral, los de Cares Puigdemont no deben votar en contra. Que se abstengan.

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