Las elecciones generales de este domingo nos dejan una España teñida de azul, pero sin posibilidad alguna de que la derecha forme gobierno.
El PP de Alberto Núñez Feijóo ha ganado en votos y en número de escaños. Sin embargo, la debacle de Vox deja al candidato popular sin opción alguna de resultar investido.
Todos los analistas coinciden en que nadie quiere hacerse la foto con los de Santiago Abascal. Un aliado ‘natural’ como sería el PNV, con unas elecciones vascas a la vista, no pactará con el PP si Vox entra en el Ejecutivo o se pone del lado de Feijóo.
En Cataluña, ni qué decir, aunque allí, sus aliados circunstanciales serían Junts porque podrían llegar a forzar la repetición electoral. Ya lo ha dicho su portavoz, Miriam Nogueras. No facilitarán la gobernabilidad de España, o el Estado español.
La cuestión es que su abstención, al menos, será crucial si Pedro Sánchez quiere reeditar un gobierno de coalición, esta vez con Sumar. El voto en contra de los neoconvergentes supondría que una investidura de Sánchez fracasara.
Por supuesto, menos aún, votarían a favor de aupar al candidato popular a la jefatura del Ejecutivo. Que no cuenten con ellos, ha sido clara.
Talante distinto muestran desde ERC. Tanto Pere Aragonès como Marta Vilalta han deslizado que estarían dispuestos a pactar a cambio de más inversión en Cataluña. Dicho esto, no descartan continuar con su agenda independentista.
Más expeditivo ha sido Arnaldo Otegi (Bildu), quien ha sido meridiano, no tanto por las aspiraciones abertzales, sino por evitar un gobierno del PP.
Ni qué decir, con Vox en él. Apoyarán todo aquello que suponga alejar a la derecha del poder.
Escenario complejo de la política en España
Así, el panorama se antoja complicado porque los números no salen ni de un lado ni de otro. No obstante, el único que tiene alguna posibilidad de formar un ejecutivo es Sánchez con Yolanda Díaz. Las cuentas salen, pero demasiado justas.
Veamos esas cifras. El PP ha logrado 136 diputados, frente a los 122 del PSOE. Asimismo, Vox, cuyo líder ha cargado contra Feijóo, retiene 33 escaños, 19 menos que los que obtuvo en 2019.
En ambos casos de los partidos mayoritarios, aumenta el número de escaños: 47 más los populares por 2 más de los socialistas. Y eso que los de Sánchez se iban a estrellar, auguraban las encuestas.
Por su parte, Sumar se ha hecho con 31 asientos. Son menos que los que consiguió Unidas Podemos y sus confluencias en la última legislatura. En cambio, hay que admitir que apenas ha contado con tiempo para armar una coalición y una candidatura sólida.
En porcentajes, los populares han cosechado el 33,05% de los votos, por el 31,7% de los socialistas. Lo mismo habría que reflexionar acerca del CIS. Ha sido la única demoscópica que se ha acercado en su pronóstico, mientras las demás daban a los de Sánchez por debajo del 30%.
Entretanto, los de Santiago Abascal ceden del 15,07% de 2019 hasta el 12,39% de ahora.
Por otro lado, la comparativa en el caso de Sumar no es posible. En las anteriores elecciones no existía y en éstas reúne a formaciones como Unidas Podemos y Más País, que, en su día, fueron candidaturas independientes.
Sea como fuere, su porcentaje de apoyos ha sido del 12,31%, por debajo del 15%, que, seguramente, habría catapultado a la formación fucsia por encima de los 50 diputados.
Socialistas y populares suben en votos y en porcentajes
Además, el PSOE sube en número de votos y de porcentaje respecto a los comicios de noviembre de 2019. Pasa de 6.792.199 a 7.760.970 votos, 968.771 más. Igualmente, en los anteriores comicios su porcentaje de sufragios fue del 27,99%, frente al citado 31,7% de ahora.
A su vez, el PP recoge 3.044.800 votos, pasando de los 5.047.040 de 2019 a 7.760.970. También, en porcentaje: del 20,80% al 33,05%.
Para terminar, destacar que ERC cede 6 de los 13 diputados con los que contaba en el Congreso, quedándose con 7. También, Junts, que pasa de tener 8 a contar con 7 asientos.
Sube uno Bildu, que sentará a 6 representantes, frente a los 5 de antes. En cambio, el PNV pierde uno, pasando de 6 a 5. Además, la CUP no ha obtenido representación, mientras que el BNG repite con un diputado.
A su vez, Coalición Canaria retiene uno, igual que el UPN. Ambas formaciones contaban con dos, si bien, en el caso del partido canario en 2019 concurrió junto a Nueva Canaria.
Así las cosas, Sánchez descarta una repetición electoral e intentará la investidura, mientras que Feijóo apela al PSOE para que le deje gobernar.