Ahora que Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, habla de “anomalía” si no gobierna la lista más votada el 23J, conviene recordar sus “anomalías”.
Las más cercanas las tenemos hace apenas unas semanas en Extremadura, Canarias y casi 200 municipios después del 28M.
Sin embargo, no hay que remontarse muy atrás para encontrar otras “anomalía” perpetradas por el PP, también en gobiernos regionales y consistoriales.
En concreto en 2019, tras las elecciones municipales y autonómicas. Y en concreto, tres ‘barones’ y una ‘baronesa’ que ahora defienden a capa y espada que gobierne la lista más votada.
“Lo que no podemos es acostumbrarnos a que una persona que pierde las elecciones y que va a gobernar con aquellos que manifiestamente odian España sea lo normal y que nos acostumbremos a que un perdedor lleve las riendas de España”, ha dicho Isabel Díaz Ayuso, presidente de la Comunidad de Madrid.
Pues bien. En las autonómicas de 2019, el PP perdió las elecciones. Las ganó el socialista Ángel Gabilondo.
Sin embargo, con la coalición con Ciudadanos, un “acuerdo histórico”, Ayuso logró gobernar pese a no ser la lista más votada.
“Las urnas nos dijeron que era el momento de un gobierno de coalición y de entendernos entre otras fuerzas”, justificó entonces.
Por otro lado, “el objetivo que ahora mismo nos tenemos que marcar es que quien ha ganado las elecciones gobierne”. Así se manifestó esta semana Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía.
En cambio, el actual jefe del Ejecutivo andaluz tampoco ganó en 2019. La lista más votada fue la de la socialista Susana Díaz, pese a lo cual, Moreno se aupó, gracias a Ciudadanos, en presidente de la región. También, con el respaldo de Vox.
El PP y Feijóo tienen “derecho”
“Había ya claros síntomas de final de ciclo”, sostuvo el dirigente del PP. “Los andaluces y Andalucía en general querían ya un cambio de gobierno y hemos podido materializarlo”, dijo entonces. Pero la suya no fue la lista más votada.
Feijóo es “quien se ha ganado ese derecho a liderar el diálogo y a protagonizar el cambio”. Asimismo a “buscar la formación de gobierno”.
En ello coincidían Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, y José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid.
Sin embargo, ninguno de los dos ganó sus respectivos comicios en 2019.
El primero se hizo con la Presidencia de su región gracias a una coalición, otra vez, con Ciudadanos. En cambio, el que ganó las elecciones ese año fue el socialista Luis Tudanca.
Hace cuatro años, defendió Mañueco, su “pacto de estabilidad” reunía el “sentir de la mayoría”. Pero no ganó las elecciones.
Respecto a Almeida, quedó por detrás de Manuela Carmena en los comicios municipales de 2019. Sin embargo, no le importó pactar con Ciudadanos y con Vox para alcanzar la Alcaldía de la capital madrileña.
En 2019, ninguno de ellos cuatro tuvo escrúpulos para arrebatar los respectivos gobiernos a la lista más votada.
Ahora, en cambio, se rasgan las vestiduras si Pedro Sánchez intenta alianzas para reeditar un Ejecutivo progresista. Una “anomalía”, o no.