Acostumbrados a pisar con su bota a todo aquel que no comparta sus opiniones, el Ministerio de Exteriores ruso se ha burlado de Arancha González Laya, ministra del ramo del Gobierno español, por su respuesta a su homólogo de Rusia que comparó los presos políticos con los políticos independentistas que cumplen condena por el procés.
Ha sido Maria Zajarova, portavoz de la cartera que dirige Serguéi Lavrov. “Ahora tengo un nuevo ídolo democrático. Esta vez es una mujer. La ministra de Exteriores de España Arancha González Laya”, ha escrito la ignorante portavoz de Exteriores ruso en Facebook.
La ministra española había replicado a Lavrov por sus declaraciones recordándole que España es “una de las 23 democracias plenas” del mundo. En cambio, Rusia ocupa el puesto 124 de 167 países. Añadió que en España no hay “no hay presos políticos, hay políticos presos”.
González Laya utilizó datos reconocidos; Lavrov, no
El ministro de Exteriores ruso había respondido a la petición de Josep Borrell, Alto Representante de Política Exterior de la UE. Éste solicitó la liberación de Alexei Navalni, opositor a Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Además, destacó que la Unión Europea confía en que el país euro-asiático lleve a cabo una investigación “independiente y completa” sobre el envenenamiento al opositor en el pasado verano.
Lavrov ladró que “los líderes independentistas catalanes están en prisión por organizar un referéndum, una decisión que la justicia española no ha revocado pese a que tribunales de Alemania y Bélgica hayan fallado en contra”.
Hacía referencia, desde su ignorancia, a las sentencias de tribunales alemanes y belgas negando la extradición a España de Carles Puigdemont, huido de España.
Dichas negativas se debieron a que, entre los delitos, figuraba el de rebelión, que no existen en sus legislaciones, algo necesario. El ministro ruso, intencionadamente, obvió mencionarlo.
“Ante esto, España ha defendido su sistema judicial y ha pedido no dudar de sus decisiones. Eso es lo que queremos de Occidente en términos de reciprocidad”, bramó, además de cuestionar el envenenamiento de Navalni. Ahora sale a relucir la evidente inteligencia de su portavoz. Por cierto, ¿se acordarán de Serguéi Skripal y su hija Yulia? En Londres sí.