El rapero Pablo Hasel fue condenado por la Audiencia Nacional (AN) en setiembre de 2018 a 9 meses y 1 día de prisión y al pago de una multa de unos 30.000 euros.
De hecho, la condena inicial, de marzo de ese mismo año, era de dos años y un día e cárcel. La Sala de Apelaciones de la AN redujo esa pena, por la que entró en la prisión de Ponent el 16 de febrero de 2021. Se había atrincherado en la Universidad de Lleida, donde los Mosso d‘Esquadra lo detuvieron.
Entonces, su entrada en la cárcel provocó numerosos disturbios y actos de vandalismo en Barcelona, Madrid y otras ciudades.
Ahora se ha conocido el informe de la Fiscalía de la Audiencia en contra del indulto de Pablo Hasel. “Está condenado por múltiples hechos delictivos”, señalan, a lo que se suma que en algunos de ellos es reincidente.
Además, el informe del Centro Penitenciario de Ponent (Lleida) valorando su conducta no menciona que sea merecedor del indulto. Ni tan siquiera por razones de “justicia, equidad o conveniencia pública”.
Más bien al contrario, el rapero ha mostrado su disconformidad a participar en los programas individualizados que se realizan en el centro penitenciario.
Según dice Pablo Hasel, se niega a recibir tratamiento en prisión porque no tiene nada de lo que arrepentirse. Ese rechazo es, para él, un modo de reivindicación y un acto de defensa de su libertad de expresión.
Con todo, aún se tiene que conocer el informe del tribunal sentenciador de la Audiencia Nacional. Una vez que se conozca, la decisión final sobre el indulto corresponderá al Ministerio de Justicia.