El Gobierno calcula que las medidas fiscales anticrisis supondrán una merma en los ingresos del Estado de casi 11.000 millones de euros. En concreto, 10.909 millones.
Así consta en la memoria de impacto económico de las medidas anticrisis que se recogen en el decreto que el Ejecutivo aprobó el pasado 27 de diciembre. Una norma que aún debe convalidar el Congreso.
De hecho, el Gobierno ya avanzó que el coste que supondrán para el Estado superaría los 10.000 millones de euros.
No sólo por las medidas introducidas, como el cheque de 200 euros para las familias con ingresos inferiores a 27.000 euros, sino por la prórroga de otras.
La mayoría de ellas, especialmente exenciones fiscales, son en materia energética. La merma de esos ingresos para el Estado se calcula semestralmente, pero muchas de ellas tienen carácter anual.
Por ejemplo, la extensión del IVA en un 5% para ciertos suministros de electricidad supondrá un coste semestral de 1.445 millones de euros. Es más, si se prorroga todo el año, el coste será de 2.890 millones en término de devengo.
Asimismo, la extensión en el tiempo del tipo del 0,5% del Impuesto Especial de Electricidad tendrá un coste de 2.298 millones de euros anuales.
A su vez, aplicar el tipo reducido del 5% al suministro de gas natural supondrá para el Estado dejar de ingresar 433 millones semestral.
Al mismo tiempo, la merma recaudatoria por la aplicación del 5% a briquetas y pellets de biomasa y madrea para leña se eleva a 41 millones de euros en un semestre.
No todo va al Estado Central
Así, el Gobierno recuerda que este impacto supone reducciones de ingresos para la Administración General del Estado y para las Administraciones Territoriales.
Cabe recordar que el rendimiento del IVA y del Impuesto Especial sobre la Electricidad está cedido parcial o totalmente a las Comunidades Autónomas.
En cualquier caso, la prórroga de la suspensión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica representa una merma de 4.112 millones de euros en el año.
Por otro lado, la eliminación del IVA en los alimentos básicos tendrá un impacto recaudatorio de 604 millones de euros.
Igualmente, la rebaja del 10% al 5% en aceites y pastas supondría una reducción de ingresos de 57 millones de euros en el primer semestre.
No obstante, estas dos últimas medidas no tienen carácter anual, sino que dependen de la evolución de la inflación subyacente en los tres primeros meses.
De este modo, si la subyacente se sitúa en el 5,5% interanual, o por debajo, en marzo, los tipos impositivos volverán a la situación anterior. El Instituto Nacional de Estadística confirmará el dato a mediados de abril.