¿Dónde está Prigozhin?

¿Dónde está Prigozhin?

Desde que las columnas del Grupo Wagner se detuvieran a 200 kilómetros de Moscú y se dieran media vuelta, el paradero de Yevgeni Prigozhin, su líder, es una incógnita.

Inicialmente, el acuerdo en el que medió Aleksander Lukashenko, presidente bielorruso, contemplaba el exilio del magnate ruso en Bielorrusia.

Lo mismo sucedía con el resto de los mercenarios pertenecientes a Wagner, como así ofreció públicamente Vladimir Putin, presidente ruso.

No obstante, a los paramilitares les ofrecía, además, firmar un contrato militar con el Ejército, de forma que volverían al frente de Ucrania.

Hasta ahí las versiones oficiales. Posteriormente a todo ello, Kiev desveló que el Kremlin barajó la posibilidad de asesinar a Prigozhin.

De hecho, la Inteligencia ucraniana no descarta que esto pueda suceder, ya que para algo así es necesario un plan bien armado que no se hace de un día para otro.

En un principio, el líder de Wagner estaba en Bielorrusia, como el propio Lukashenko afirmó la semana pasada. Sin embargo, ahora asegura que Prigozhin se encuentra en territorio ruso.

No procesar a Prigozhin

Con el fin del motín que protagonizó Wagner y el acuerdo en el que medió el presidente bielorruso, Moscú se comprometió a no procesar al líder rebelde.

El propio Lukashenko ha recordado lo que le dijo a Prigozhin. “Si es necesario para acabar este conflicto, estoy dispuesto a recibirte en Bielorrusia y garantizar tu seguridad”, le confirmó.

Dicho esto, desde el fin de la asonada, el líder de Wagner no ha vuelto a aparecer en público, al menos, en directo. Se ha limitado a difundir grabaciones de voz en las que evita las críticas a la cúpula militar contra la que se levantó.

Así, el mandatario bielorruso asegura ahora que el jefe de los mercenarios “está en San Petersburgo”, aunque no sabe exactamente dónde.

“Quizás se fue a Moscú, o a otro lugar, pero no está en Bielorrusia”, ha declarado, dando por zanjado el asunto.

Lo que sí está claro es que ha recibido con los brazos abiertos a los mercenarios que han optado por exiliarse en Bielorrusia.

Tal es así que se especula con un contrato para que el Grupo Wagner complemente al Ejército bielorruso. Un acuerdo que, sin embargo, Lukashenko no firmará si Moscú no lo aprueba.

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