El pasado jueves, el Tribunal Constitucional (TC) decidió aplazar su decisión acerca de si admitir a trámite el recurso de amparo interpuesto por el PP.
Eso permitió que el Congreso debatiera y votará las enmiendas que también afectan al TC.
Este lunes la Corte de garantías celebra un Pleno extraordinario para abordar dicho recurso. De hacerlo, también deberá resolver si acepta el requerimiento de los populares de medidas cautelarísimas para que no continúe el debate acerca de dos enmiendas que le atañen directamente.
Por un lado, la que supondría rebajar las mayorías necesarias para renovar los cuatro magistrados del Constitucional cuyos mandatos expiraron el pasado 12 de junio.
De otro, la que imputaría responsabilidades penales a los vocales que bloqueen los nombramientos.
Así, el Gobierno trata de desbloquear la renovación del TC.
Además, la Corte de garantías deberá resolver la recusación que presentó Unidas Podemos contra Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez.
Precisamente son dos de los magistrados cuyos mandatos expiraron y a los que sustituirán los dos candidatos propuestos por el Ejecutivo.
La cuestión es que, si la recusación prospera o si ambos se apartan, el Senado tendría tiempo para debatir y, en su caso, aprobar las enmiendas.
Esto es porque, al abrirse un incidente de recusación, el procedimiento queda suspendido hasta que se resuelva sobre ello. Se trata de un proceso que dura varios días y el debate en la Cámara Alta es el próximo jueves.
El PSOE también presenta recursos ante el Constitucional
A ello se unen otros dos recursos que este domingo ha presentado el PSOE para evitar que se admita a trámite el recurso del PP.
Los socialistas argumentan ante el Constitucional que frenar la reforma en marcha va contra los derechos de los ciudadanos, según avanzó elDiario.es.
Con estos planteamientos sobre la mesa, el TC tiene tareas difíciles de abordar, la primera, entre ellas, el orden de las decisiones.
Para empezar, en el orden del día no figura tratar las recusaciones. Por tanto, si el ala progresista planteara resolver sobre ellas, la decisión compete al presidente del TC, González-Trevijano.
Fuentes del organismo señalan que lo habitual es respetar el sentir de la mayoría de magistrados, pero no le vincula.
Orden de los debates
A ello se añade otro escollo: decidir cuándo debatirlas. Según unos, sería prioritario resolver la admisión del recurso de amparo del PP, luego las recusaciones y, después, decidir si suspender la tramitación parlamentaria.
Otros, en cambio, sostienen que, dado el carácter cautelarísmo de las medidas que se solicitan, deben decidirse antes de las recusaciones.
Además, la formación morada pedía en su escrito personarse, lo mismo que ha hecho el PSOE en sus recursos.
De este modo, algunas fuentes defienden que hasta que el Constitucional decida sobre la personación, ambas partes no forman parte del procedimiento. En consecuencia, no se podrían estudiar las reclamaciones que hacen, incluidas las recusaciones.
Asimismo, esas mismas fuentes se apoyan en la propia Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC). Ésta avalaría la suspensión total o parcial de los efectos de las decisiones que se han recurrido.
Una decisión inédita
Eso sí, siempre y cuando “no ocasione perturbación grave a un interés constitucionalmente protegido, ni a los derechos fundamentales o libertades de otra persona”.
Remarcan, a su vez, que en toda su historia el TC no ha impedido discutir y votar en las Cortes Generales. Por tanto, sería una medida inédita que sí ocasionaría una “perturbación grave”.
Esto es por la injerencia en el Poder Legislativo y que los derechos de los demás diputados y de los ciudadanos que representan sí quedarían afectados.
Así las cosas, las fuentes reconocen la enorme dificultad para prever la decisión final por la gran cantidad de factores que concurren.
¡Fuera de la Judicatura los Jueces corruptos y prevaricadores! ¡Elección por el pueblo de todos los jueces!