La solución, transitoria, que ha encontrado Pablo Casado, todavía líder del PP, es convocar la Junta Directiva Nacional para el próximo lunes 28. Éste es el máximo órgano del partido entre congresos.
La decisión la ha tomado por unanimidad el comité de dirección del partido después de más de siete horas de reunión este lunes.
De este modo, Casado gana tiempo pese a las voces que empiezan a levantarse reclamando la convocatoria de un congreso extraordinario.
Así, podrá mantener contactos en los diversos territorios con el objeto de encontrar consensos. Según fuentes de su entorno, la idea que tiene es reforzar la Ejecutiva.
Integraría, así, a dirigentes cercanos a barones territoriales. Serían los casos de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, o Juanma Moreno, su homólogo de Andalucía.
Casado opta, de este modo, por medir sus fuerzas con los barones territoriales y resistir, negándose a presentar su dimisión.
La Junta Directiva Nacional tiene la potestad de convocar los congresos del partido, también uno extraordinario. Sin embargo, requiere del respaldo de dos tercios de este órgano para forzar su convocatoria.
De hecho, los Estatutos del PP indican que la celebración de un congreso extraordinario requiere de un debate previo. Éste se fijaría en el orden del día de la Junta Directiva, compuesta por más de 300 miembros.
Sin embargo, convocar la Junta Directiva Nacional del partido es potestad del presidente de la formación. No obstante, también puede hacerlo, con carácter extraordinario, el Comité Ejecutivo Nacional o a instancia de tres quintos de sus vocales.
Dicho esto, el plazo mínimo que debe transcurrir desde la fecha la convocatoria y la celebración es de mes y medio. Esto, “si se trata del congreso nacional”.
Los Estatutos, en cambio, prevén que se puede convocar uno extraordinario “en casos de excepcional urgencia, con tan solo 30 días de antelación”. Eso sí, se debe hacer constar “en la convocatoria el motivo de convocar y las causas que fundamentan la urgencia”.