La economía española crecerá en 2022 un 4,5%, según el Banco de España, una décima más que la previsión que anticipó el Gobierno el lunes.
Asimismo, son cuatro décimas más respecto a los cálculos del organismo regulador de junio, cuando estimó que el crecimiento económico sería del 4,1%.
Sin embargo, recorta hasta el 1,4% (-1,4%) la previsión para 2023, un cálculo que queda muy por debajo del 2,1% que estima el Ejecutivo.
A su vez, ha previsto un crecimiento económico de España del 2,9% para el siguiente año, dos décimas más que su última estimación.
Así, según el Banco de España, no se recuperará el nivel de PIB prepandemia hasta el primer trimestre de 2024. Esto es unos dos trimestres más tarde que lo que proyectó en junio.
Según el último Informe Trimestral de la Economía Española, el PIB está todavía un 2,2% por debajo del nivel de finales de 2019.
En cambio, en el conjunto de la eurozona, el nivel de actividad a ya se encuentra casi un 2% por encima desde el segundo trimestre.
Entre las causas de esa revisión a la baja del crecimiento económico para el próximo año se encuentran las elevadas tasas de inflación.
Asimismo, las menos favorables condiciones de financiación, el aumento de incertidumbre y el retroceso de la demanda global.
A su vez, las dificultades para que las empresas más afectadas por la crisis energética desarrollen su actividad.
Además, el Banco de España cree que habrá una “significativa desaceleración” a lo largo de la segunda mitad de 2022. Esto, señala, tendrá un “efecto arrastre” en 2023.
De hecho, prevé que en el tercer trimestre el crecimiento del PIB sea de tan solo un 0,1% intertrimestral.
Por otra parte, el organismo regulador calcula que la inflación a final de 2022 se disparará hasta el 8,7%, desde el 7,2% anteriormente previsto.