¿Veremos el litro de gasolina a 2 euros?

¿Veremos el litro de gasolina a 2 euros?

Las debilidades de la economía española son la dependencia del petróleo, la financiación internacional y la escasa productividad.
La tendencia alcista del precio del crudo hará que el de la gasolina suba, lo que afecta directamente al bolsillo del ciudadano. En esta semana el precio del barril Brent superó los 80 dólares por primera vez desde 2014. En 2016, España importó la misma cantidad de productos energéticos, entre petróleo, gas y carbón, que en 2012, en torno a 124 millones de toneladas, pero pagó menos de la mitad, unos 30.500 millones de euros, un ahorro por encima de los 30.000 millones que fue directamente al PIB; aporto casi un 3%, el equivalente a un año completo de crecimiento, solo por lo que se ahorro en petróleo.
Ahora, el precio del crudo va en aumento, en lo que va de año ha subido ya un 19,5%, lo que representará una reducción del ritmo de crecimiento del PIB. De mantenerse ese incremento durante el año España tendrá que gastarse 7.900 millones de euros más que el pasado año en importaciones energéticas, y en el acumulado de los dos últimos años se dispararía hasta los 17.800 millones, es decir restar 1,5 puntos al PIB, solo en ese concepto. Tan solo esto demuestra la magnitud del problema para España de forma que será muy difícil que se cumplan las previsiones de crecimiento que mantiene el Gobierno, y las perspectivas no son precisamente halagüeñas.

Crece el precio de los contratos de crudo a futuro
El precio de los contratos de crudo a medio plazo está subiendo más rápido que los de corto plazo, lo que representa que los inversores creen que este repunte se va a mantener en el tiempo. Así, el precio del futuro a más corto plazo ha subido un 19,5% desde enero, mientras que el contrato para diciembre de 2018 ha alcanzado casi un 23%. A ello hay que añadir que Morgan Stanley aventurado que el precio del barril podría subir casi un 15% más en los próximos dos años, superando los 90 dólares. Según su estimación, que no se basa en la geopolítica de momento, percibe un factor de riesgo, qué es el cambio normativo en la Organización Marítima internacional. Con el fin de reducir las emisiones de gases contaminantes, ha elaborado un plan que llevara a que la demanda se centre en carburantes de destilado intermedio, por ejemplo el gasóleo. Este cambio hará que el precio del barril Brent se dispare, lo que repercutirá seriamente en la economía española porque España es uno de los países más dependientes de la energía exterior.
La inflación es el primer indicador en el que se nota la de manera inmediata a la subida del precio del petróleo. Actualmente no es un problema pero podría serlo en los próximos meses, no solo por la subida de los precios en los bienes y servicios, sino por el impacto que puede suponer en los tipos de interés. Los bancos centrales intentan mantener el control de la inflación, pero, si a causa de la subida del petróleo empieza a desbocarse, habrá que actuar para evitar males mayores. Sí la Reserva Federal sube tres veces más los tipos de interés en 2018, el precio del dinero habrá subido en cinco ocasiones, algo que afecta directamente a los costes de financiación de la deuda. Cuando a primeros de año la probabilidad de subir los tipos hasta el 2,5% en 2018 se mantenía en el 8,6% pero ya supera el 40% a causa de las subidas del petróleo. España es muy vulnerable a cualquier impacto sobre los tipos de interés porque es uno de los países europeos con mayor deuda externa, tanto pública como privada, de tal modo que, si sube un punto los tipos de interés de la deuda exterior, se restarían casi dos del crecimiento al PIB.
Según el Banco de España, la deuda externa al cierre de 2017 superaba los 1,9 billones de euros, el 165% del PIB por lo que, si se incrementan los tipos en un punto porcentual, el coste financiero del conjunto del país se situaría en los 20.000 millones de euros.

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