El objetivo del Banco Central Europeo (BCE) es regresar la inflación al 2%, por lo que los tipos de interés se mantendrán altos “el tiempo necesario”.
Así lo ha confirmado Christine Lagarde, presidenta de la autoridad monetaria del euro este lunes.
De este modo, sostuvo que los tipos de interés han alcanzado niveles que, “mantenidos durante un período suficientemente largo”, contribuirán al retorno al 2%.
En ese sentido, prevé que el objetivo se alcanzará en el tercer trimestre de 2025.
Lagarde comparecía ante los eurodiputados de la comisión de Economía y Asuntos Monetarios del Parlamento Europeo.
Explicó que “las decisiones futuras garantizarán que los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario”.
Según indicó, sus últimas previsiones “muestran que se espera que las presiones inflacionarias se moderen y que la inflación alcanzará nuestra meta para finales de 2025”.
Asimismo, “se proyecta que caiga del 5,6% en 2023 al 3,2% en 2024 y al 2,1% en 2025”.
Pese a que el precio de las cosas va disminuyendo, “todavía se espera que se mantenga demasiado alta durante demasiado tiempo”.
Por tanto, para reforzar el adecuado progreso, el BCE decidió aumentar de nuevo los tipos de interés clave en 0,25 puntos. En consecuencia, el general se situó en el 4,5%, su máximo nivel desde 2001.
Debido a ello, Lagarde defendió permanecer en esa “senda restrictiva” el tiempo “suficiente”.
“Es un hecho que tenemos que mantener los tipos altos durante un periodo para garantizar que la inflación volverá al 2%”, reiteró.
A su vez, insistió en que, mientras que la crisis energética va desvaneciéndose, “los gobiernos deberán seguir revocando las medidas de apoyo”. De esta forma se evitará “aumentar las presiones inflacionarias a mediano plazo”.
Al mismo tiempo, añadió que las políticas fiscales “deben diseñarse para hacer más productiva la economía de la zona del euro”. Asimismo, para “reducir gradualmente la elevada deuda pública”.
Por último, ha hecho hincapié en que los legisladores europeos alcancen un acuerdo acerca de las nuevas reglas fiscales a final de año.