Cerrar perimetralmente todas las Comunidades Autónomas durante la Semana Santa, del 26 de marzo al 9 de abril, era la propuesta del Ministerio de Sanidad. También, del 17 al 21 de marzo en aquellas en las que sea festivo el puente de San José, el 19 de ese mismo mes.
En definitiva, lo que venía proponiendo a primeros en el borrador filtrado. Ayer lo presentó Carolina Darias, ministra del ramo, al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que se reunió este miércoles.
Se exceptúan Canarias y Baleares. En estas regiones se aplicarán los supuestos establecidos en el Real Decreto 926/2020 de 25 de octubre.
Al margen del cierre perimetral, lo aprobado contempla la limitación del toque de queda entre, “como máximo”, las 23:00 y las 6:00 horas. Asimismo, limitar el número de personas en reuniones a un máximo de cuatro en espacios cerrados y seis en lugares abiertos, salvo convivientes. Además, en espacios privados, las limitaciones solo podrían ser de convivientes.
Se recomienda a las Comunidades no bajar el nivel de alerta actual. Eso, “aunque los indicadores sean favorables” en los 14 días previos a Semana Santa, es decir, desde el 12 de marzo.
De este modo, se aconseja mantener las medidas que se hayan establecido hasta ahora e, incluso, incrementarlas si los indicadores así lo recomiendan.
En cuanto a celebraciones y actos masivos, la recomendación es no celebrarlos si suponen aglomeraciones o concentraciones de personas. En ese sentido, se apunta a que los eventos en espacios cerrados sigan los límites de aforo.
Asimismo, aquellas otras medidas que establece el plan de Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión del Covid-19. Todo ello en función del nivel de alerta de cada región.
A ese respecto, el texto aprobado se vuelve a remitir al Real Decreto, concretamente, a los artículos 7.3 y 4, y a los de cada Comunidad.
Al margen de las medidas concretas, el departamento de Darias defiende la realización de una campaña institucional con el fin de evitar relajar comportamientos. El eslogan que serviría a tal objetivo sería “No salvamos semanas, salvamos vidas”.
Así, se integrarían estrategias de comunicación para reducir el impacto de la llamada ‘fatiga pandémica’ en las medidas adoptadas. Igualmente, plantear los distintos escenarios de riesgo previstos, que incluyen los buenos resultados de las vacunas.
pero que salvo a Canarias y Baleares que no vengas turistas a ninguna parte y menos franceses de juergas de borrachera a Madrid