Reformar el mercado eléctrico europeo es una de las demandas acuciantes de países como España, Portugal, Grecia…
Tras la crisis energética de la que apenas nos hemos aún repuesto cabe preguntarse para cuándo se cambiará el sistema. Y es que, de momento sigue a la espera.
Es cierto, según afirman desde Bruselas, que la Unión Europea afrontará la llegada del próximo invierno “todo lo preparada que se puede esperar”.
Fueron afirmaciones de Ditte Juul Joergensen, directora general de Energía de la Comisión Europea, la semana pasada.
En ese sentido, resaltó la necesidad de hacer “algunos ajustes” en el diseño del mercado eléctrico europeo. Asimismo, ha destacado la importancia de combinar cierta certidumbre para los inversores y la protección de los consumidores por la volatilidad de los precios.
“Quizás necesita algunos ajustes”, sostuvo, aludiendo a la volatilidad de los precios a causa de la crisis del gas.
Con todo, defendió que el bloque comunitario tiene “un muy buen diseño del mercado”. Dicho esto, señaló que algunas medidas a corto plazo introducidas a nivel doméstico podrían hacer dudar del funcionamiento del mercado y generar incertidumbres.
Así, Joergensen cree necesaria una respuesta más común a los retos para proteger a los consumidores frente a la volatilidad de precios a corto plazo. A su vez, garantizar una cierta certidumbre para los inversores.
Por ello, apuntó, “queremos crear un mercado que sea más previsible, más estable, donde los precios sean más estables”.
Un mensaje dirigido a los proveedores para que sepan que tendrán un retorno correcto para poder seguir invirtiendo. Igualmente, para acceder al capital que necesitan.
No obstante, también favorecer a los consumidores e, incluso, a los consumidores industriales, y que puedan tener previsibilidad sobre cuál será el coste energético.
Al mismo tiempo, indicó que se han sugerido otros elementos que deben incluirse en el diseño del mercado eléctrico europeo.
Incentivar las renovavles en el mercado eléctrico europeo
Por ejemplo, para incentivar las renovables y abordar su complejidad, porque se trata de un suministro un poco intermitente.
Asimismo, en cuanto al uso y el consumo del gas. Algo ha bajado mucho gracias a las medidas adoptadas, aunque también porque los precios eran muy altos.
Ante el nuevo escenario con precios más bajos, “hay un riesgo de que la demanda del gas vuelva a subir en ese contexto”.
“Tenemos que asegurarnos de tener un marco correcto para que también los consumidores” apuesten “por la energía renovable y no tanto por el gas”, sostuvo.
En ese sentido, la política danesa explicó que introducir un límite a los ingresos fue una medida necesaria. Los precios eran demasiado altos y los hogares y empresas estaban sufriendo mucho.
Tras la crisis, “estamos analizando si existe una necesidad de que estas medidas sigan en vigor o no. La situación de precios ahora es muy diferente de la que era el año pasado”, continuó.
Precisamente, dijo, los cambios apuntados para el diseño del nuevo mercado eléctrico europeo tratan de ofrecer respuestas más estructurales.