¿Quiere 150.000 euros? La NASA se los da

¿Quiere 150.000 euros? La NASA se los da

Efectivamente. La NASA tiene un ‘problemilla’ y está dispuesta a pagar hasta 150.000 euros a quien lo resuelva: el polvo lunar. Veamos, porque la cosa no es fácil de contar.

Aparentemente, llegar a la Luna parece una tarea fácil. De hecho, desde que el 20 de julio de 1969 Niel Armstrong pronunció la famosa “es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad” se ha regresado a nuestro plateado satélite en cinco ocasiones.

Al margen del Apolo XI, todas las misiones tenían como objetivo analizar la superficie lunar, las características internas de la ‘novia’ del Sol y comprender su composición.

En el horizonte, lograr que la Luna sea habitable. Muchas incógnitas por resolver hasta ese objetivo final. Uno de ellos, de los más importantes, frenar el implacable avance del polvo lunar.

El asunto no es baladí. Ya en las misiones de los años sesenta y setenta del pasado siglo los astronautas se quejaban de lo que representaba el polvo lunar. Pegajoso, obstaculizaban las maniobras de los astronautas en la superficie del satélite.

Es más, ese pertinaz polvo llegaba a incrustarse de tal forma que los tripulantes de las naves espaciales llegaban con él adherido a la piel. Un importante riesgo para la salud. Las diminutas partículas cortantes como el vidrio podrían llegar a alojarse en los pulmones.

La NASA así lo explica. “El polvo puede oscurecer las lentes de nuestras cámaras, reducir nuestro rendimiento tecnológico, distorsionar las lecturas de nuestros instrumentos, alterar las propiedades térmicas e incluso causar fallos en nuestros equipos”.

Un concurso de ideas organizado por la NASA

“Además, si el polvo entra en nuestros habitáculos, diminutas partículas que cortan como el vidrio podrían alojarse en los pulmones de nuestros astronautas, causando riesgos para su salud. Eliminar el polvo lunar de donde se supone que no debe estar, o evitar que llegue allí en primer lugar, es esencial para el futuro de la exploración espacial”, añaden.

Y llegamos a lo de los 150.000 euros. Sí, la NASA lo ofrece, en el marco del concurso “2021 Big Idea Challenge”, a quienes resuelvan el ‘problemilla’ del polvo lunar. Ese es el objetivo: que unos equipos universitarios sean capaces de hallar una solución a este asunto.

Así, grupos integrados por entre cinco y veinticinco estudiantes de universidades afiliadas al Consorcio de Subvenciones Espaciales pugnarán por el premio. Para ello, tendrán que desarrollar sistemas y tecnologías capaces de dar solución para las cuatro principales áreas a las que el polvo lunar afecta.

Esto se refiere a la prevención de que el polvo afecte a los sistemas de alunizaje. También, impedir que dañe los trajes espaciales, además de evitar que entre en los habitáculos estancos que alcancen la superficie de la Luna.

Por último, que impidan que el polvo lunar llegue a la estación Gateway y la nave Orión cuando el módulo que alunice regrese, enmarcado en la Misión Artemisa.

Como decimos, el ‘problemilla’ no es baladí. El tamaño del polvo lunar es 100 veces menor que un grano de arena de cualquier playa de la Tierra. Su diámetro es entre 50 y 10 micrómetros.

Por su tamaño y su capacidad adherente, merced a sus capacidades electrostáticas, puede dañar seriamente los sistemas terrestres que lleguen a nuestro satélite. Incluso, a los propios astronautas. No en vano, es uno de los principales ‘problemillas’ de la NASA. Ahora, la agencia espacial quiere acabar con él mediante este challenge.

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