Era de esperar que, después de haberse desmarcado en innumerables ocasiones del Gobierno del que forma parte, Podemos volviera a liarla. Lo hizo, por ejemplo, presentando una enmienda a sus propios Presupuestos junto a ERC y Bildu para detener los desahucios.
Estas salidas del tiesto a las que Pablo Iglesias nos tiene acostumbrados forman parte de su estrategia de radicalizar al Ejecutivo y distanciarlo del centro. No ceja en su empeño. Para ello, utiliza a sus esbirros para que lancen todo tipo de ataques desde la bancada morada.
Cumpliendo al pie de la letra las instrucciones de su líder, Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, ha exigido la liberación de los presos condenados por el procés.
Y no en un plazo razonable, sino antes del 14 de febrero, fecha de las elecciones catalanas. Además, que se haga mediante la reforma del Código Penal o a través de indultos. Todo ello para que los comicios se celebren con “normalidad”.
Tendría que explicar Asens qué entiende por “normalidad”, puesto que lo ‘normal’ es que alguien que ha cometido un delito y es apresado cumpla condena. Más allá de consideraciones éticas, morales o de supuesto progresismo, los políticos encarcelados por el procés simplemente están cumpliendo condena, que es lo ‘normal’.
En cualquiera los casos, las palabras que el diputado morado ha espetado a Juan Carlos Campo, ministro de Justicia, no son otra cosa que ejercer a la vez de gobierno y de oposición. Con ello, pretende Iglesias, igual que la derecha, gobernar desde la oposición o, más grave aún, desde el propio Ejecutivo sin ser mayoría en él.
Podemos muestra otra vez su deslealtad
Además, el vicepresidente segundo incumple, como no podía ser de otra manera, su propio compromiso de lealtad al criterio del presidente Sánchez, en especial en la cuestión de Cataluña. Da igual que no sea él, sino sus sicarios, quien pronuncie las palabras.
El caso es hacer ruido, aunque sea cierto que los estándares europeos en cuanto a los delitos de sedición y rebelión no son como en España. “Celebramos que Europa le abriera los ojos en este asunto, pero ahora es el momento de pasar de las palabras a los hechos. No podemos esperar más”, exigió Asens.
“Nada es más injusto que una justicia tardía y cada día que pasa sin abordar esa reforma es un día más de injusticia”, añadió. De este modo, olvida el representante morado a los millones de ciudadanos que consideran que se está haciendo Justicia con el asunto del procés.
Pero claro, él no cumple con lo que una mayoría de la ciudadanía considera correcto. Él cumple con lo que le dicta ERC. Igual que Iglesias.
“Necesitamos acabar con esa anomalía”, defendió. De nuevo sentando cátedra, Unidas Podemos dice a todos los españoles qué es y qué no es una anomalía, ignorando, intencionadamente, lo que dice el Código Penal y la Constitución.