Este lunes entró en vigor la nueva estrategia de vigilancia y control de enfermedades consensuada con “todas” las Comunidades Autónomas. Asimismo, un nuevo sistema “de acuerdo” con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).
Así, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, se ha referido a esta nueva estrategia en el encuentro del foro ‘Generación de Oportunidades’.
En él, organizado por Europa Press y McKinsey, recordó que ya se está “superando” la epidemia y España tiene los “mejores” índices europeos de vacunación.
Entre las novedades, la principal es el cambio en la indicación para realizar pruebas diagnósticas. Ahora se centra en personas con factores de vulnerabilidad.
Es decir, mayores de 60 años, inmunodeprimidos y embarazadas. Asimismo, en ámbitos vulnerables –sanitarios y sociosanitarios— y casos graves.
Por tanto, el diagnóstico en pacientes con síntomas leves compatibles con Covid-19 se hará de acuerdo con las necesidades de manejo clínico.
Respecto al control de la enfermedad, los casos leves y asintomáticos no tendrán que hacer cuarentena.
No obstante, se emitirán recomendaciones destinadas a las medidas preventivas. Por ejemplo, el uso de mascarilla en todos los espacios y evitar el contacto con personas vulnerables.
En cuanto a los ámbitos vulnerables, “se podrán implementar medidas específicas de aislamiento y control”. Sin embargo, Sanidad no ha precisado más en ese sentido.
A su vez, las estructuras extraordinarias de vigilancia que se pusieron en marcha durante la epidemia se mantendrán. Su objeto es monitorizar indicadores clave para detectar precozmente variaciones en la situación que puedan necesitar mayores medidas de control.
En ese sentido, Sánchez ha señalado que “esta estrategia nos permitirá actuar y vigilar especialmente a los más vulnerables. A la vez, se detectan cambios en la epidemiología del Covid-19 y de otras enfermedades respiratorias”.