Anteayer, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, daba la sorpresa mostrando su disposición a reunirse con Nicolás Maduro, su homólogo de Venezuela. Ahora es éste quien sorprende aceptando encontrarse con él. Así, afirmó, sobre un posible diálogo con el mandatario estadounidense, que, cuando “sea necesario”, en estaba dispuesto a “conversar respetuosamente”.
Maduro señaló que, del mismo modo que se reunió en 2015 con Joe Biden, entonces vicepresidente de Estados Unidos, ahora también lo haría con Trump. De hecho, subrayó la cordialidad de aquel encuentro. En cambio, el virtual candidato demócrata a la presidencia estadounidense tacha en Twitter al presidente venezolano de “ladrón” y “dictador”.
Aquel encuentro tuvo lugar durante la ceremonia de investidura de Dilma Rousseff como presidente de Brasil. Entonces, hace hincapié Maduro, tan sólo pedían del gobierno estadounidense unas relaciones basadas en el respeto mutuo, según la Agencia Venezolana de Noticias.
En ese mismo sentido se ha manifestado ahora. “¿Qué le pedimos nosotros a Estados Unidos? Lo que le dije al vicepresidente Biden lo he dicho mil veces, en público y en privado, relaciones de respeto, nada más”, indicó.
El inquilino dijo en una entrevista que estaba dispuesto a esa reunión con Maduro
Trump dijo en una entrevista en el portal de noticias Axios que “nunca me he negado a reunirme, ya sabes, pocas veces me he opuesto a reuniones”. Posteriormente, en Twitter, matizó que sólo se reuniría con el mandatario venezolano para hablar sobre su “salida pacífica del poder”. Respondía, de este modo, a las críticas suscitadas por sus anteriores declaraciones.
Asimismo, el magnate neoyorquino quitó valor al reconocimiento que en enero de 2019 hizo de Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela. “Podría haber vivido con y sin él (el reconocimiento)”. “Fui muy firme sobre lo que estaba ocurriendo en Venezuela”, comentó.
De este modo restaba importancia a su aval al entonces presidente de la Asamblea Nacional venezolana. No fue, dijo en la entrevista, “muy significativo de una forma u otra”. Con todo y con eso, en la práctica, Washington se convirtió en el principal valedor de Guaidó.