Soraya Sáenz de Santamaría, la exvicepresidente del Gobierno, participó en una “operación para proteger al camarada Rajoy”, afirmó Luis Bárcenas en su declaración ante el juez que investiga el caso Kitchen, Manuel García Castellón.
“Nunca he tenido con ella ningún problema, pero teniendo en cuenta que se movilizó todo el mundo, estoy convencido de que Soraya Sáenz de Santamaría” participó, deslizó.
“Además, aspiraba a la sucesión con Rajoy, porque tenía una relación muy estrecha, puso su parte en esta historia. Yo estoy convencido de que el CNI tuvo una participación en seguimientos familiares y sobre todo en el control aquí dentro”, apuntó el ex tesorero. En esto último se refería a la cárcel de Soto del Real.
Pese a todo, el magistrado no ha imputado a la exvicepresidente, como sí ha hecho con María Dolores de Cospedal. Tal es así que, con las pruebas actuales, no se la investigará, señalan fuentes judiciales.
Según Bárcenas, el CNI intervino en la presunta monitorización a la que le sometieron. Detalló que le impidieron hablar en la cárcel con otro preso “especialista en hackeo y delitos económicos”.
“Me prohibieron hablar con esta persona. Yo he tenido un seguimiento permanente y siempre me acompañaba un funcionario a cualquier sitio”, aseguró.
Según consta en su declaración, el ex tesorero dijo que “alguien del CNI” entró en la prisión. Hizo, afirmó, “un seguimiento con una agenda pequeña y se dedica a tomar nota de todos los pasos que hago, con quien tengo relación”.
Para sostener sus afirmaciones, Bárcenas apuntó que había conseguido un tique del economato de la cárcel correspondiente al presunto espía. En el comprobante se podía ver su número de recluso.
“La foto es de un señor negro, probablemente, por el aspecto, dominicano, y el que estaba aquí era un señor blanco, blanquísimo. Es decir, no había una correspondencia entre las fotos de los individuos” y los números de recluso. Por tanto, concluye, “era una persona a la que se había infiltrado”.