La mesa de diálogo sobre la reforma laboral estudia la propuesta del Gobierno de fijar el límite de la contratación temporal en el número de días.
Se sustituye, así, por la cifra de trabajadores respecto al tamaño de la empresa que propuso anteriormente y que posteriormente eliminó.
Según fuentes sindicales, el nuevo texto propuesto genera “consenso en la filosofía y en el esquema de contratación”. No obstante, la negociación pone el foco en cuál será ese límite temporal.
La patronal propone que se superen los 120 días en esa contratación temporal, por los menos de 75 que pretenden los sindicatos. Ahora, el Ejecutivo tendrá que poner sobre la mesa esos topes en los contratos temporales.
Con todo, el Gobierno va a mantener la causalidad en la contratación temporal. Esto es porque los contratos que se suscriban con la nueva reforma laboral deberán justificar la motivación para cubrir un puesto ocasional o puntual.
Así, las cinco horas de la reunión por videoconferencia de la mesa de diálogo sirvieron para abordar el artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores.
Es decir, lo relativo a la duración de los contratos, así como el artículo 16, acerca de los contratos fijos discontinuos.
Nueva sesión por la contratación temporal
El próximo viernes se volverá a reunir la mesa con el fin de volver a tratar la contratación temporal y los contratos fijos discontinuos. Será entonces cuando el Gobierno presente un documento recogiendo estos aspectos.
Incorporará aquellas aportaciones que hagan los agentes sociales tras el encuentro de este martes, señalan los sindicatos.
Y es que la limitación de los contratos temporales es uno de los retos de esta reforma laboral. El objetivo es reducir significativamente o eliminar la temporalidad y la precariedad del mercado laboral en España.
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social, viene insistiendo en ello.
Pese a la duración del encuentro por videoconferencia, los representantes sindicales dicen que “no se ha avanzado mucho”. Además, indican que la contratación temporal y los fijos-discontinuos son “aspectos complicados”.
Esto lleva, sostienen, a que se mantengan “importantes diferencias para ir cerrando los textos”.