Si el Banco Central Europeo (BCE) da una respuesta apresurada a la escalada de precios se podría ahogar la recuperación de la zona euro, ha afirmado Christine Lagarde.
Además, no influiría de manera efectiva en los factores que están impulsando al alza los precios, como la energía y los cuellos de botella.
Es la advertencia que ha lanzado la presidente de la autoridad monetaria de la Eurozona en una entrevista con Redaktionsnetzwerk Deutschland. “Si actuáramos con demasiada rapidez ahora, la recuperación de nuestras economías podría ser considerablemente más débil”.
“Los puestos de trabajo estarían en peligro. Eso no ayudaría a nadie”, añadió. No obstante, dijo, “actuaremos si es necesario. Pero todos nuestros movimientos tendrán que ser graduales”.
A ese respecto, Lagarde defiende la postura que lleva manteniendo desde hace meses y que recalcó a mediados de diciembre del pasado año. No ve procedente de subir los tipos de interés para contener la inflación.
Asimismo, explicó que la situación de Estados Unidos o Reino Unido no es comparable con la de la zona euro. En esos países, sus bancos centrales han anunciado subidas de tipos inminentes o ya han comenzado.
En ese sentido, aseguró que “la economía estadounidense está sobrecalentada, mientras que nuestra economía está lejos de eso. Es por eso que podemos, y debemos, proceder con más cautela. No queremos ahogar la recuperación”.
Por otra parte, admitió que la política monetaria no influye de manera efectiva en algunos de los principales factores que impulsan los precios al alza.
El BCE no puede actuar ante los precios elevados, según Lagarde
Aludía, de este modo, a los precios del petróleo, los cuellos de botella en las cadenas de suministro o los asuntos geopolíticos. “¿Qué puede hacer el BCE al respecto?”, se cuestionó.
“¿Podemos resolver los cuellos de botella en el suministro? ¿Podemos transportar contenedores, bajar los precios del petróleo o pacificar conflictos geoestratégicos? No, no podemos hacer nada de eso”, respondió.
Con todo, la francesa sostuvo que el BCE ha empezado a adoptar medidas, como suspender el programa de compras de emergencia por la pandemia. Esta suspensión entrará en vigor en marzo.
Asimismo, la autoridad monetaria bajada el volumen total de las compras netas de activos. Terminar con éstas es necesario para subir los tipos de interés posteriormente.
No obstante, Lagarde señaló que el organismo que preside tiene en cuenta las proyecciones que las cifras de inflación que se incrementan.
Por tanto, se actualizarán sus pronósticos también en el próximo mes de marzo. Será cuando el Consejo de Gobierno analice al detalle el asunto.
Dicho esto, la francesa apuntó que “la inflación puede resultar más alta de lo que proyectamos en diciembre. Se mantendrá relativamente alta en los próximos meses. Sin embargo, confío en que retrocederá en el transcurso del año”.
Pese a ello, admitió que los elevados precios de la energía no es algún temporal. “Estarán con nosotros por algún tiempo más”, avisó. Así, destacó que el nivel de precios ya es muy elevado y tiene poca probabilidad de que siga subiendo a ese ritmo. “Entonces, aunque sólo sea por esa razón, la inflación se desacelerará”, concluyó.