Una izquierda desunida siempre pierde

Una izquierda desunida siempre pierde

Hasta 336.535 votantes de izquierda se han quedado sin representación en sus respectivos ayuntamientos o comunidades autónomas porque sus votos fueron a formaciones que no alcanzaron el 5%.

Es la consecuencia de que pequeños grupos, completamente legítimos, han confluido por separado en las elecciones municipales y autonómicas del domingo.

Casos de ese estilo, de desunión de la izquierda a la izquierda del PSOE, se han repetido por toda la geografía española.

Por eso se ha perdido plazas importantes para la izquierda, especialmente para la izquierda de centro socialista.

De este modo se ha perdido la Comunidad Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, Sevilla, Granada, Móstoles…

Así las cosas, no se puede saber a quién votará un votante de izquierdas que no quiere hacerlo al PSOE. En cambio, los datos, las cifras, son incontestables: 336.535 votos no han servido de nada.

No han sumado para que los gobierno municipales izquierdistas se sustenten. Tampoco para Podemos, que ha perdido la Alcaldía de Barcelona, por ejemplo. O que Cádiz haya caído para la derecha.

Y lo peor no es ya que los escaños autonómicos o municipales no hayan caído del lado de la izquierda. Si al menos hubieran ido a parar a los socialistas… No. Lo peor es que esos escaños han caído en manos, en su mayoría, de Vox.

Así, el caso más fragrante es el de Huesca. Confluían cuatro coaliciones por separado a la izquierda del PSOE. Esto es, Podemos, ‘Cambiar Huesca’, la ‘Chunta Aragonesista’ y Equo.

Ninguno ha obtenido el 5% necesario. Sin embargo, los porcentajes suman el 18% de los sufragios. Es cierto que no se puede saber cuántos concejales habrían logrado porque tampoco se puede saber si los electores hubieran depositado su voto yendo unidos.

“La desunión y el enfrentamiento llevan al desastre”, por Víctor Arrogante.

Dispersión del voto de izquierda

En cambio, la verdad de los datos nos dice que Vox, con el 10%, sentará a tres representantes. Blanco y en botella.

Caso parecido ha ocurrido en Granada, donde el 7,4% de los votantes de izquierda, casi 8.000 sufragios, se han quedado en nada. Sin embargo, el 8,4% y unos 9.000 votos han dado a la ultraderecha dos concejales.

Otro ejemplo. Móstoles, la segunda ciudad más habitada de la comunidad madrileña sólo por detrás de la capital.

El Gobierno municipal de la socialista Noelia Posse no se repetirá. Más Madrid y Podemos concurrían por separado. Los primeros obtuvieron el 15,56% de los votos por el 5,29% de los morados.

Más Madrid obtiene siete concejales, por uno de Podemos. Entre los dos sumaron el 20,85%, casi el doble que Vox (10,46%). La ultraderecha sienta a tres concejales.

Así se han repetido los casos por toda la geografía de España y así ha barrido la marea azul del PP. De modo que, para las generales, hay pensarlo muy bien y no queda mucho tiempo.

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