Las declaraciones de ayer de Margarita Robles, ministra de Defensa, no han sentado nada bien en Unidas Podemos e Ione Belarra ha replicado en Twitter.
En una entrevista en La hora de la 1, la ministra recordó a Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno, que él no es el jefe del Ejecutivo. El presidente es Pedro Sánchez.
Belarra, en su respuesta, ha lanzado una dura crítica a Robles. “Cuando eres la ministra favorita de los poderes que quieren que gobierne el PP con Vox, quizás estés haciendo daño a tu gobierno. Ser humilde es no dejarse adular por la derecha mediática”, reza el tweet.
No hay que olvidar que Belarra es secretaria de Estado del Ministerio de Agenda 2030, departamento que dirige Iglesias. Tampoco hay que olvidar que Robles es una ministra, muy por encima de una secretaría de Estado.
No sólo cuestión de jerarquía, sino de mutuo respeto. En el caso de la ministra no es esta cuestión algo que pueda ponerse en duda. Por su carácter, por su forma de expresarse y por no hacer comentarios de tinte personal.
En el caso de la secretaría de Estado, su propio mensaje la descalifica y deja en muy mal lugar tanto a su persona, como a su partido y hasta a su propio jefe.
Las declaraciones de Robles tenían un sentido que va mucho más allá del mero comentario por las actuaciones del vicepresidente segundo. Tienen un calado profundo al tratar de defender una unidad de acción de un Gobierno que es de todos.
Iglesias ha permitido que la formación morada presentara una enmienda a los Presupuestos elaborados y aprobados en Consejo de Ministros por el Ejecutivo del que forma parte.
La de Belarra es otra salida de tono de las muchas de los morados
Además, hizo declaraciones que no van en consonancia con la posición del Gobierno de la nación respecto al problema del Sáhara. Tampoco con la postura de la Unión Europea.
Su salida de tono, igual que la de Belarra, demuestra que todavía no tienen interiorizado lo que es ser Gobierno. Una enmienda a las propias Cuentas y unas declaraciones que afectan a la política internacional así lo dejan claro.
Robles se ha quedado corta al pedir humildad al vicepresidente segundo. Se ha quedado corta porque no podía ser una petición, sino una exigencia, pero su elegancia y mesura le impiden dirigirse a un vicepresidente con más contundencia. Otras no lo tienen aprendido, además de que olvidan que una secretaria de Estado es a tiempo completo, no a ratos.
Sus particulares opiniones deben quedarse dentro de su casa. 24 horas al día, todos días del año está representando a los ciudadanos, pero también al Ejecutivo del que forma parte. Si no quieren mantener la lealtad y respetar los acuerdos del Consejo de Ministros, es mejor que dejen el Gabinete. En política, se puede ser descarado, arrogante, desafiante, pero lo que no se puede ser es idiota.
Eso sí, conviene recordar que es Pedro Sánchez el presidente del Gobierno “y eso nadie debería olvidarlo, incluso dentro del Gobierno”, como dijo la ministra.
Quizás vendría bien introducir un concepto valioso.
Asertividad.
«Expresar nuestras ideas, sentimientos y/o creencias de manera clara, concisa y firme, sin dañar a los demás».
Salud/os.