La inflación general “podría volver a aumentar ligeramente” en los próximos meses, ha avisado Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE).
Esto se deberá a algunos “efectos de base”, explica, además de insistir en que “este no es el momento de empezar a cantar victoria”.
Durante su intervención ante los eurodiputados de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, indicó que “necesitamos permanecer atentos a las diferentes fuerzas que afectan la inflación y firmemente centrados en nuestro mandato de estabilidad de precios”.
Con todo, confía en que siga el debilitamiento de las presiones inflacionistas. Sin embargo, las perspectivas a medio plazo continúan con un “considerable incertidumbre”.
Por ello, ha urgido a los Veintisiete a llegar a un acuerdo “lo antes posible” acerca del marco de las nuevas reglas fiscales del bloque comunitario.
Se trata de algo que “preocupa especialmente” a la autoridad monetaria porque los retrasos en su aplicación podrían alimentar la incertidumbre.
En ese sentido, recuerda que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, la cláusula de escape que mantuvo congeladas las reglas fiscales durante cuatro años, expira a finales de 2023.
Respecto a la política monetaria, Lagarde ha señalado que el BCE continúa “decidido” a garantizar el regreso de la inflación al objetivo del 2%.
Así, explicó que “en octubre decidimos mantener sin cambios los tipos de interés oficiales del BCE”.
Asimismo, añade, “esperamos que sostenerlos en los niveles actuales durante un período suficientemente largo contribuya sustancialmente a restablecer la estabilidad de precios”.
Además, la economista francesa detalló que las futuras decisiones garantizarán que los tipos se fijen en “niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario”.