No espera Pablo Iglesias, candidato de Unidad Podemos a la Comunidad de Madrid, que la Justicia ilegalice a un partido como Vox en España. Apuesta, en cambio, por una “respuesta democrática como solución al fascismo” en las elecciones del 4 de mayo.
Así se manifestó el líder morado en una entrevista en laSexta, en la que señaló que la ilegalización de Vox correspondería a los tribunales. Con la legislación actual, sólo podría ser así.
Y es que, afirmó, “las soluciones al fascismo rara vez vienen del Derecho”. A su juicio, la clave para derrotar al fascismo es movilizarse políticamente y dar una “respuesta democrática”.
De ahí que confíe en que los madrileños den el 4 de mayo una “respuesta al fascismo que engrandezca a la democracia”. “Estamos viviendo una situación de incremento de la tensión y violencia peligrosas. Pero cada vez más gente asume que esto va de democracia contra el fascismo”, argumentó.
Así, Iglesias admitió que vivió una “situación desagradable” cuando recibió las cartas con las amenazas de muerte y con balas. Además, resultó “muy duro e inaceptable” que Vox dudara de su veracidad.
Por ello, se enorgullece de “plantarle cara a la ultraderecha” marchándose del debate en la Cadena SER donde Rocío Monasterio le increpaba. También, de no volver a debatir con el partido de Santiago Abascal.
A su juicio, “ayer [por el viernes] cambió la campaña. Al fascismo hay que darle una respuesta no solo judicial, sino una respuesta democrática en las urnas y el día 4 eso lo vamos a ver”.
“Lo que pasó fue importante porque los demócratas no podemos normalizar estas situaciones. No podemos aceptar el racismo, el machismo o que una estación se llene de una cartel que es una copia de los de la Alemania nazi”, continuó.
“A mí me llaman coletas, rata, me deshumanizan como caldo de cultivo para que un loco pueda darme un tiro”, zanjó al respecto.