Unos 8.000 migrantes han llegado irregularmente a Ceuta desde la madrugada del lunes, de los cuales el Gobierno ha devuelto a Marruecos a 5.600.
Así lo ha comunicado el Ministerio del Interior. Corresponde al 70% de las llegadas irregulares desde que el lunes el régimen alauí abriera sus fronteras en respuesta a la acogida de Brahim Ghali por parte de España.
El Ejecutivo mantiene en suelo español a los menores, si bien no da cifra oficiales. Los menores de edad tienen un “estatus especial”. A muchos de ellos se les somete a pruebas para certificar su edad.
Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, afirmó que entre los migrantes que retornaron a su lugar de origen hasta el martes no había ningún menor.
Lo aseguró en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes. Las devoluciones se hicieron en virtud los acuerdos bilaterales de 1992.
Ayer, la Delegación del Gobierno en Ceuta señaló que la cifra de retornados se elevaba a 4.800, según el proceso habilitado por Interior. Éste dispuso un sistema de gestión durante las 24 horas del día. También reforzó el número de efectivos policiales de antidisturbios de Policía Nacional y Guardia Civil.
Cabe reseñar que entre los migrantes que han regresado a su lugar de origen hay ciudadanos marroquíes que lo hicieron voluntariamente.
Por otro lado, entre las medidas que se empezaron a aplicar este martes figura la del rechazo en frontera. De este modo, se expulsa a los migrantes indocumentados en el momento en que pisan suelo español.
Pese a ello, la pasividad de las autoridades y agentes marroquíes hizo que muchos volvieran a intentarlo casi inmediatamente que eran expulsados.
Fuerzas de Seguridad y unidades militares se desplegaron en la mañana del martes con el fin de controlar la frontera en Ceuta ante la avalancha de migrantes.