Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, BCE, ha señalado que, ante la ausencia de mejora de las perspectivas el organismo tendrá que volver a estimular la economía, por lo que en las próximas semanas el Consejo de Gobierno la institución valorará cómo, en función de los riesgos para la estabilidad de precios, adaptar los instrumentos a su disposición. Esto podría incluir ajustes en la orientación a futuro del BCE, bajadas de los tipos de interés o reactivar el programa de compras: “Serán necesarios estímulos adicionales”, ha considerado.
Draghi admite que la previsión de riesgos para la zona euro sigue tendente a la baja y que amenazas como el proteccionismo, factores geopolíticos o la vulnerabilidad de economías emergentes “no se han disipado”. “En ausencia de mejoras, de manera tal que el retorno sostenido de la inflación a nuestro objetivo se ve amenazado, se requerirán estímulos adicionales”, sostuvo desde Sintra de la inauguración del foro de bancos centrales organizado, como cada año, por el BCE.
Así, insistió en la disposición del Consejo de Gobierno a ajustar la orientación de futuro de la política monetaria, además de rebajar los tipos de interés y valorando medidas para paliar posibles efectos colaterales negativos. También destacó que el programa de compras de activos “cuenta con un margen considerable”.
El banquero italiano detalló que los límites aplicados sobre las distintas herramientas son específicos en cuanto a las contingencias a tratar, por lo que el BCE utilizará toda la flexibilidad de su mandato, que finaliza el 31 octubre, para cumplirlo y que lo volverá “a hacer para responder a cualquier reto futuro para la estabilidad de precios”.