Como “magnífica noticia” ha calificado María Jesús Montero, ministra de Hacienda, que Estados Unidos sea partidario de un impuesto de sociedades mínimo a nivel mundial. Es lo mismo que viene proponiendo el Gobierno ya desde 2018.
De hecho, el Ejecutivo español defiende que ese tipo mínimo del impuesto de sociedades sea del 15%. Se trata, según explicó Montero, de una figura fiscal que tiene “un rendimiento muy bajo en todo el planeta”.
Así, la Administración de Joe Biden, la OCDE, el FMI y el propio Gobierno español sostienen que es necesario que haya una tributación mínima. De este modo, toda la recaudación no recaería sobre el IRPF y el IVA.
En declaraciones a RNE, la también portavoz del Ejecutivo de Pedro Sánchez defiende que es “absolutamente necesario” dicho tributo cuando hay beneficios empresariales.
No obstante, admitió que tal vez ahora no sea el momento oportuno para llevar a cabo esa reforma debido a la crisis económica por la epidemia. Dicho esto, Montero señaló que durante mucho tiempo se han tenido beneficios por encima de lo tributado, lo supone un perjuicio para la recaudación.
El Comité de Expertos analizará también el impuesto de sociedades
En ese sentido, cabe recordar que el Comité de Expertos para la reforma fiscal debe revisar tanto este tributo como el de Patrimonio y el de Sucesiones. Será en el marco de un análisis global del sistema fiscal, en especial algunas figuras tributarias con menor rendimiento.
De este modo, se abordarán cambios para que aporten a las arcas públicas de manera proporcional a los rendimientos que obtengan las empresas. Uno de los tributos afectados será precisamente el impuesto de sociedades.
Respecto a las figuras impositivas a Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, la ministra apuntó que la situación en España es “asimétrica”. Esto se debe, explicó, a que algunas Comunidades Autónomas “prácticamente han dejado sin contenido estas figuras fiscales”.
Así, remarcó que “en un entorno globalizado, en el que España está propiciando a nivel europeo una armonización fiscal, parece lógico y conveniente que sigamos trabajando en esa dirección”.
Dicho esto, matizó que “serán los expertos los que marquen la pauta y los que vayan orientando tanto al Gobierno español como al sistema fiscal autonómico por dónde hay que caminar. Lo importante es que sea un sistema progresivo, en el que cada uno aporte según su capacidad, pero que consiga recaudación”.