El déficit público, el del conjunto de las Administraciones, cayó en el primer trimestre del año hasta el 0,34% del PIB, situándose en 4.412 millones de euros.
Esto supone restar 16.048 millones al déficit del conjunto de las administraciones públicas de hace un año, es decir, un 78,4% menos. En todo caso, no incluye la ayuda financiera.
Asimismo, según datos del Ministerio de Hacienda, el déficit del Estado hasta abril bajo hasta situarse en el 0,5% del PIB. En el mismo periodo de 2021, se situaba en el 1,68%.
Por tanto, este déficit baja un 67,6% respecto a los 20.249 millones del mismo periodo del año pasado, situándose ahora en 6.553 millones de euros.
Estas cifras son el resultado del “sólido” aumento de los ingresos no financieros del 16,7%. Además, los gastos se reducen a un ritmo del 4%.
Así, Hacienda subraya que “la evolución hasta abril muestra que el déficit del Estado continúa la senda descendente iniciada en 2021”.
“Consecuencia”, señalan, de la “reactivación económica y la creación de empleo impulsadas por el avance del proceso de vacunación”.
A finales de marzo, supimos que 2021 cerró con un déficit público del 6,76% del PIB, continuando, de este modo, la tendencia a la baja iniciada.
Por su lado, la Administración Central concentró la mayor parte del déficit público, con 3.525 millones, es decir, el 0,27% del PIB.
A su vez, dentro de éste, el déficit del Estado bajó hasta los 5143 millones, el 0,39% del PIB. Además, los organismos de la Administración Central registraron hasta marzo de 2022 un superávit en 1.618 millones, contrastando con los 259 millones del año anterior.
Por su parte, las administraciones regionales registraron un superávit de 220 millones, el equivalente al 0,02% del PIB. Un año antes, el déficit en este segmento ella de 3.416 millones.
Detrás de este resultado se encuentra un leve incremento de los gastos del 2,5%, frente a los ingresos que aumentan a un ritmo del 11%.