En el debate interno en el PP empieza a pesar la opinión de Pablo Casado para que Juanma Moreno adelante las elecciones autonómicas en Andalucía.
Pese a que el presidente andaluz no cree que sea necesario, y no quiera que se vea como una táctica partidista, también hay miedos. Uno de ellos es la posibilidad de que un sector en Ciudadanos, crítico con Juan Marín, termine rompiendo y se vaya a los no adscritos.
De ser así, el Gobierno de coalición perdería la mayoría parlamentaria. Ese es el pensamiento que tiene tanto Casado como Teodoro García-Egea que desvela Confidencial Digital por fuentes de la dirección nacional del PP.
Basta con que, de la decena de diputados regionales naranjas críticos con la gestión de Marín, cuatro se vayan para que el Ejecutivo de Moreno quede en minoría.
Las cosas están tensas en Ciudadanos en Andalucía. El vicepresidente andaluz y líder de la formación naranja ha hecho cambios internos. Sustituyó a Sergio Romero, portavoz del grupo, y a Fran Carrillo, portavoz adjunto.
Así, Desde Génova advierten de que Marín “no es capaz ahora mismo de controlar a sus propios diputados”. “Eso es una amenaza seria para la estabilidad del Gobierno, pese a que él dé una garantías a Juanma que no puede asegurar en este momento”, añaden.
No hay que olvidar que Ciudadanos fue uno de los gestores de la fracasada moción de censura en la Región de Murcia. Fue el inicio de una serie de ellas que han llevado al PSOE a alcaldías.
También precipitó el adelanto electoral en la Comunidad de Madrid y, a la postre, la desaparición del grupo naranja en la Asamblea de Vallecas. En cambio, gobiernan socialistas y los de Arrimadas en Albacete, Alcalá de Guadaira, Alcobendas, Burgos, Ciudad Real, Guadalajara, Jaén, Lorca, Mijas y Murcia.
Pero hay más y también porque, según los populares, preparan una veintena de mociones de la Región de Murcia contra gobiernos del PP. “Algo se está moviendo en Ciudadanos y, especialmente, en Andalucía, y esos movimientos van girando todos hacia la izquierda”, alertan los de Casado.
Granada ha sido otro de los detonantes que inquietan en Génova, percibiendo “coqueteos preocupantes” entre naranjas y socialistas. “Van cada día a más”, sostienen.