En los nueve primeros meses de este año, Bankinter ha tenido un beneficio neto de 220,1 millones de euros, un 50,5% menos que en el mismo periodo de 2019. Detrás de esta caída en las ganancias de la entidad está la ausencia de extraordinarios y el aumento de las provisiones para afrontar la crisis.
De este modo, Bankinter, antes de impuestos y al margen de Línea Directa Aseguradora, los resultados se elevaron a 153,3 millones de euros. Esto supone un 68,5% menos, entre otros motivos, porque en este trimestre han aumentado las provisiones en 51 millones.
Esto se debe al peor cuadro macroeconómico y a las nuevas proyecciones del Banco de España. En total, suma de enero a setiembre 243,5 millones de euros.
Al margen de las provisiones y el extraordinario correspondiente al año pasado por la compra de EVO, el resultado de la actividad bancaria fue un 7,6% menor al del noveno mes de 2019, hasta los 396,8 millones de euros. La absorción de EVO supuso 57,3 millones.
Línea Directa, por su lado, obtuvo, antes de impuestos, un resultado de un 22,9% más que hace un año, elevándose el beneficio a 132,9 millones.
La entidad financiera destaca que la actividad se mantiene a buen nivel puesto que todos los márgenes de la cuenta muestran crecimientos “significativos”.
De hecho, en el tercer trimestre, el margen de intereses sumó 927 millones de euros, un 8% más que en el mismo periodo 2019. Fue gracias a los mayores volúmenes de inversión, aunque desaconseje invertir en el sector inmobiliario.
El margen bruto se elevó a los 1.296,3 millones de euros, lo que supone un 4,6% más que hace un año. A su vez, el margen de explotación también subió en el tercer trimestre, un 6,8% más respecto a hace un año, con 694,6 millones de euros. Sus costes operativos, señala Bankinter, fueron “sensiblemente menores” a los del mismo periodo de pasado año: un 3%.