El enfrentamiento de Isabel Díaz Ayuso y su equipo con la cúpula del PP ya es una guerra abierta sin disimulo en la semana previa a la Convención Nacional.
El entorno de la presidente de la Comunidad de Madrid acusa ahora, directamente, a Teodoro García-Egea, secretario general del partido, de filtraciones a la prensa contra ella.
En cambio, desde Génova devuelven el tiro y señalan a Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de Ayuso, de esa maniobra.
Cuatro consejeros coinciden con Génova
Así, mientras la presidente madrileña presionaba para adelantar el congreso regional, se supo que cuatro consejeros apoyaban las tesis de Génova de celebrarlo en 2022.
Pero es más. El Confidencial Digital (EDC) apunta los nombres son: Enrique López, David Pérez, Enrique Ruiz Escudero y Carlos Izquierdo. Es decir, Justicia, Interior y Presidencia; Transportes; Sanidad; y Administración Local y Digitalización, respectivamente.
Es más, suponen la mitad de los consejeros del Gobierno de la Comunidad de Madrid, puesto que Marta Rivera de la Cruz es independiente.
Según EDC, y fuentes del equipo de Ayuso, estos cuatro consejeros transmitieron en privado a García-Egea que compartían la posición de la cúpula del PP. Aún queda tiempo, defienden.
En cambio, no pensaron que su idea pudiera reflejarse en los medios de comunicación tan solo un día después de la confidencia. En su opinión, era una cuestión privada del partido, un asunto que se quedaría a nivel interno.
“Teo nos la ha jugado”, censura uno de ellos. Y es que el hecho de que se desvelara esa información provocó un enfado monumental entre los cuatro consejeros.
Así las cosas, un sector de los populares cercano a la presidente regional considera que la cúpula trata de ganar tiempo y encontrar una alternativa a Ayuso. Al menos, explorar las posibilidades de José Luis Martínez-Almeida como candidato a presidir el PP de Madrid.
Ayuso, contra García-Egea
Llegan a acusar al secretario general del partido de haber filtrado los nombres para protegerse en el cargo. Si Ayuso llega a la presidencia del partido en Madrid podría disputarle el puesto.
María Dolores de Cospedal lo hizo y dos años después de empezar a gobernar en Castilla-La Mancha accedió a la Secretaría General del PP nacional.
Por su lado, desde Génova apuntan a Miguel Ángel Rodríguez de la maniobra de filtración. Incluso de dirigir una influencia negativa que ha derivado en varias disputas internas. “Ayuso y Casado se llevan fenomenal. Todo es culpa de MAR. Isabel no está ahora en sustituir a Pablo”, aseguran.
García-Egea, contra Miguel Ángel Rodríguez
De hecho, el propio García-Egea pone el nombre del jefe de Gabinete como responsable de torpedear la relación entre Ayuso y Casado. Llegó a deslizar que fue el propio Rodríguez quien “ha puesto en la picota” a los cuatro consejeros.
El jefe de Gabinete de Ayuso “se los quiere cargar”, señalan desde el entorno del número ‘dos’ del líder nacional del partido. “A ver si se entera de que la mano derecha de Casado es Teodoro”, remarcan.
Entretanto, García-Egea defiende que el actual modelo de reparto de poder en la Comunidad de Madrid funciona y quiere reeditarlo. Desde 2018, al mando de una gestora, Pío García-Escudero dirige el partido en la región, un político sin exposición pública.
Las listas electorales, en el fondo del asunto
La cúpula del PP quiere mantener este modelo que garantiza la separación del poder institucional del orgánico del partido. De ahí que la apuesta sea Ana Camíns, actual secretaria general del PP madrileño. Así, evitaría que el partido regional quedara en manos de Ayuso.
La otra opción que maneja Génova es forzar a que la presidente madrileña y el alcalde de Madrid consensuen una candidatura única. De ese modo, no tendrían que enfrentarse por el puesto y dividir, como consecuencia, al partido.
Y es que lo que subyace es la elaboración de las listas electorales para las municipales y autonómicas para 2023. En lo que coinciden uno y otro ‘bando’ es en que cuanto más se retrase el diseño de esas listas, más aumentarán las tensiones.
No es baladí, porque esas candidaturas y puestos garantizan cargos y sueldos institucionales. Ése es el fondo de la cuestión.
Seguramente es que la poca confianza que se cuenta que tienen los políticos en este caso ha se ha perdido por completo, porque estos dos personajes ya no se recogen apenas atención. Después de conocer como Ayuso gano sus últimas elecciones argumentando, y parece que convenciendo a la gente, con esa idea de libertad y de sociedad que desparrama su ideario; y como García Egea tiene por costumbre hacer lo que él llama política, queda poco que escuchar ya que está perfectamente definida su idea de País y de Política. La cosa va más que como evitar que semejante mensaje fructifique en este terreno abonado que el populismo ha preparado en los últimos años.
¿De verdad la gente cree que los impuestos se pueden y se deben evitar en lugar de gastarlos como se merecen? ¿Qué se puede vivir en un estado sin ellos y sin servicios? ¿Qué podemos dejar que los servicios esenciales (sanidad, educación, seguridad…) queden en manos privadas sin control social?