El Plan Presupuestario que el Gobierno envió a Bruselas el domingo contempla la posibilidad de eliminar algunas medidas contra la inflación que se aprobaron cara a 2023.
Entre ellas, las rebajas de impuestos al gas y a la electricidad, así como en el IVA de determinados alimentos. En cambio, se continuaría subvencionando el tren de Cercanías y el transporte urbano.
No obstante, el Ejecutivo en funciones no se cierra a “posibles medidas y prórrogas de política económica y presupuestaria que pudieran aprobarse para 2024 tras la constitución del nuevo Gobierno”.
Por tanto, el Gobierno se centra en eliminar tan sólo algunas medidas contra la inflación de carácter tributario que se aprobaron por decreto ley.
Así, el Plan Presupuestario contempla el impacto de mantener en 2024 el subsidio a Renfe, con 600 millones de euros. Asimismo, 760 millones para subvencionar el transporte urbano e interurbano.
También, al transporte regular de viajeros por carretera competencia de la Administración General del Estado, con 80 millones.
Todas estas medidas se incluyeron en los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
Ya no harían falta ciertas medidas contra la inflación
De este modo, el documento explica que los precios de las materias primas están por debajo de los niveles anteriores a la guerra en Ucrania.
Con todo, resalta que el precio del petróleo está repuntando. Pese a ello, se da por superada la perturbación sobre los precios de la energía que provocó la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Además, el Plan Presupuestario incluye dos medidas que se adoptarán “en cualquier escenario” en 2024. Esto es, la revalorización de las pensiones con el IPC y el incremento salarial de los funcionarios.
Según el documento, la subida de los salarios de los empleados públicos se cifra en 4.746 millones de euros, un 2% más fijo y un 0,5% variable.
Sin embargo, no pone cifra a la revalorización de los más de 10 millones de pensiones actuales.
En ese sentido, el informe que presentó la semana pasada el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones prevé un aumento del 4%.
Un incremento en línea con la evolución de la inflación en el último año. De esta forma, el gasto en pensiones contributivas, una vez aplicada la reforma, se situará en el 11,3% del PIB.
De hecho, el incremento definitivo se sabrá con el dato del IPC de noviembre, tal y como se establece en la última reforma.
A ese aumento de las pensiones hay que añadir las subidas adicionales para las mínimas y las no contributivas.