Según el Plan Presupuestario que el Gobierno envió a Bruselas el domingo, el crecimiento del PIB para 2023 se elevará al 2,4%.
Son tres décimas por encima de la proyección anterior, si bien el Ejecutivo rebaja cuatro décimas, hasta el 2%, el avance económico de España en 2024.
Así, el Gobierno explica que en 2023 la política monetaria restrictiva se compensará con el avance mayor de lo esperado de las exportaciones de servicios no turísticos.
De este modo, estima que el PIB del segundo semestre perderá vigor debido al endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
Especialmente, por la desaceleración del consumo privado, al tiempo que la economía española sufrirá el impacto de dichas políticas en la demanda exterior.
Asimismo, la menor expansión que se estima para la eurozona conlleva la revisión a la baja en el crecimiento del PIB del próximo año. En cambio, el consumo y la inversión crecerán.
Con todo, el Ejecutivo sostiene que la economía española mantendrá su dinamismo. A su vez, el crecimiento del PIB descansará en la demanda nacional, mientras que la demanda externa se moderará.
De esta forma, la aceleración del consumo interno y de la inversión se sostendrá gracias al despliegue del Plan de Recuperación.
Crecimiento del PIB y también del empleo
Al mismo tiempo, por el dinamismo del mercado laboral y la solvencia financiara de familias y empresas.
Así, el Gobierno contempla que se crearán 700.000 puestos de trabajo a tiempo completo en el conjunto de 2023 y 2024.
Además, prevé que la tasa media de desempleo se reducirá hasta situarse por debajo del 11% el año que viene. Igualmente, la cifra de ocupados se elevará para entonces a los 24 millones de trabajadores, mejorando, también, la calidad del empleo.
A su vez, resalta que la remuneración de los asalariados crecerá a tasas por encima del IPC.
Por otro lado, desde los Departamentos con competencia en la elaboración del Plan Presupuestario indican que se ha presentado sin cambios.
Al estar el Ejecutivo en funciones, explican, no puede aprobar un proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. Tampoco, presentar otras iniciativas legislativas, excepto casos de urgente necesidad y debidamente justificados.
Sin medidas nuevas
Por eso, el Plan Presupuestario no incorpora medidas nuevas. “En cualquier caso, esto no presupone que en el futuro no se puedan adoptar o prorrogar las medidas que están en vigor hasta el 31 de diciembre de 2023”, aclaran.
Así se hará si se considera “necesario tras evaluar la situación con los datos disponibles a final de año”.
En el capítulo recaudatorio, el Gobierno prevé unos ingresos del conjunto de las Administraciones Públicas de 648.660 millones de euros.
Esto es el 42% del PIB, en términos de Contabilidad Nacional, superando apenas un décima respecto al 41,9% de 2023. Eso sí, en un escenario como el antes descrito de un Ejecutivo en funciones y con capacidades limitadas.
Asimismo, los gastos bajarán al 45% del PIB en 2024 (694.268 millones de euros), cuando en 2023 fue el 45,8%.