Por tercera vez desde que fichó por el Real Madrid, Zinedine Zidane dice adiós al Bernabéu tras una agotadora temporada terminada en blanco, literalmente. La última vez que se despidió del vestuario blanco fue por estas fechas hace tres años.
Y es que las cosas no han funcionado bien con epidemia de por medio, confinamiento, amenazas de la UEFA por la Superliga y un largo etcétera. Pese a que pueda parecer de otro modo, el Real Madrid necesita renovarse y eso incluye a algunos grandes del vestuario.
La cuestión al final es que el proyecto de Zidane estaba agotado, como él. Los peores momentos se materializaron en enero, cuando a los merengues los eliminó un Alcoyano, haciendo gala de su moral, en la Copa del Rey. La puntada, la eliminación de la Champions en semifinales.
Zizou es consciente de que esos profundos cambios en Chamartín empezaban por sí mismo. Detrás de él desfilarán pesos pesados que alargan una agonía deportiva que impide el progreso de jóvenes talentos.
Ayer se escenificó la marcha del técnico francés al que la entidad blanca ha dicho adiós con una nota en su web. Un comunicado que termina con que “el Real Madrid es y será siempre su casa” después de agradecerle los servicios prestados.
Su marcha era un secreto a voces. “Con más calma hablaré con el club”, respondía en una rueda de prensa preguntado por su futuro. La directiva merengue no ha dejado de apoyarle, pese a lo cual, Zidane no se sentía cómodo.
Con todo, la leyenda viva que representa el técnico francés tiene su máxima expresión en los títulos obtenidos en su etapa anterior como entrenador.
El listón está alto, muy alto, pero se tiene el verano de por medio para ir conformando una plantilla a la altura del Real Madrid. Podrá llevar un año, dos, que el club blanco vuelva a ser rey de Europa, pero lo será.
Eso sí, quien sustituya a Zizou deberá estar libre de ataduras. Eso implica decisión a la hora de mostrar la puerta de salida a unos y la de entrada a otros.
Entre los posibles candidatos a sustituir a Zidane, la apuesta blanca es Raúl, que lleva años preparándose para escalar al primer equipo. Ha trabajado con fuerza y conseguido éxitos en el filial y él mismo se considera listo para dar el salto. Es mediático, conoce a la perfección el club y, sobre todo, es un madridista acérrimo.
Entretanto, se barajan otros nombres, entre ellos Allegri, actualmente libre. También Pochettino, aunque difícil porque lo tiene bien amarrado el PSG. Por último, Conte, recientemente ‘rescindido’ del Inter, el miércoles mismo.