El caso Ghali, que provocó la mayor crisis diplomática reciente con Marruecos, sigue teniendo secuelas después de que se haya imputado a Arancha González Laya, ex ministra de Exteriores.
A ese respecto, Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, no ha aclarado si fue él mismo quien autorizó la entrada en territorio español de Brahim Ghali. Se ha limitado a insistir en que “el Gobierno de España hizo lo que debía”.
Así, en rueda de prensa desde Nueva York, Sánchez recordó que “hubo una petición humanitaria para salvar una vida a una persona que estaba a punto de morir”.
El líder del Frente Polisario entró en España para ingresar en el hospital de Logroño, a finales de abril, afectado por coronavirus. Abandonó nuestro país el pasado 2 de junio, ya recuperado. Según ha defendido el presidente, España dio “una respuesta humanitaria a una persona que estaba a punto de morir”.
Insistió en que “el Gobierno de España hizo lo que debía, dar respuesta a esta cuestión humanitaria, y lo hizo como debía, conforme a la ley”. Sin embargo, no respondió si fue él mismo quien autorizó para acoger al líder del Polisario en territorio español.
Este martes se ha sabido que Rafael Lasala, titular del Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza, ha citado como imputada a González Laya. Precisamente, lo hace en relación al caso Ghali.
Este asunto trajo graves consecuencias en las relaciones entre España y Marruecos. Además, ha habido múltiples especulaciones, como que había entrado en territorio español con un pasaporte falso.
En cualquiera de los casos, el reino alauí retorció y exprimió el caso Ghali hasta el extremo. Llegó a permitir la llegada de miles de migrantes a Ceuta y provocando una grave crisis migratoria en la ciudad autónoma.
¡Mohamed, el Sahara no es tuyo!