La coalición de ultraderecha entre VOX, el Partido Popular y Ciudadanos, ha retirado en el Ayuntamiento de Madrid los nombres de las calles del ex presidente del Gobierno legítimo, Francisco Largo Caballero, y del que fuera ministro de la República, Indalecio Prieto. También las estatuas de ambos en la zona de Nuevos Ministerios de la capital.
Utilizando de manera torticera la norma, se trata del mayor atentado fascista a los valores democráticos de dos cargos públicos de tan alto rango en el gobierno legítimo de la II República abortado por el golpe de estado cruento del general Franco.
Se da el caso, para mayor abundamiento, que ambos fueron presidentes del PSOE. En el caso de Largo, secretario general de la Unión General de Trabajadores. Largo Caballero fue presidente del Gobierno de la II República y ministro de Trabajo. Desde esa cartera se hicieron las más importantes reformas laborales de nuestra nación a favor de los derechos de los trabajadores. También fue ministro de la Guerra.
Indalecio Prieto, por su parte, fue ministro de Infraestructuras, proyectando las grandes obras que se hicieron decenios después. Asimismo, fue ministro de Hacienda y ministro de Marina. Una vergüenza institucional y un comportamiento político indigno de aquellos concejales ultraderechistas que votaron a favor de borrar de la historia a tan alto rango institucional y político.
Agrio debate en el Ayuntamiento de Madrid
La propuesta vino, como no podía ser de otra manera, de parte de Vox y respaldada cobardemente por PP y Ciudadanos. El convulso debate lo abrió Javier Ortega Smith, secretario general de la formación de extrema derecha. Llamó a Prieto y a Largo Caballero “personajes siniestros”, “criminales” y “antidemócratas”.
La bancada socialista replicó tildando a los de Vox de “criminales ideológicos” y ensalzando las figuras de los cargos del PSOE en la II República. “Fueron defensores de la República, demócratas y antifascistas” en tiempos de Mussolini y Hitler.
Por su parte, desde Más Madrid acusaron de “tibieza” a populares y naranjas y elogiaron a Largo Caballero y a Prieto. De ellos dijeron que son “símbolos de la concordia y la transición”.
Para dar una pretendida legitimidad a la iniciativa, los de Santiago Abascal intentan apoyarse en una resolución de 2019 del Parlamento Europeo que condena regímenes totalitarios. Como eso no encajaba, PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid intentan justificarlo en el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica.
Ninguna mención en la Ley
Sin embargo, es de difícil encaje ya que dicho artículo, que se refiere a los símbolos y monumentos públicos, no menciona en ninguno de sus cuatro apartados la ‘orden’ de eliminar simbología o nombres de calles que aludan a regímenes legítimos anteriores.
Citamos textualmente.
“Artículo 15. Símbolos y monumentos públicos.
- Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.
- Lo previsto en el apartado anterior no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley.
- El Gobierno colaborará con las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales en la elaboración de un catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura a los efectos previstos en el apartado anterior.
- Las Administraciones públicas podrán retirar subvenciones o ayudas a los propietarios privados que no actúen del modo previsto en el apartado 1 de este artículo.”
UGT ha anunciado en un comunicado que recurrirá la decisión del Consistorio por utilizar de manera “torticera” la ley de Memoria Histórica.