Hasta un 33% se desplomaron las ventas de las empresas en el pasado mes de mayo comparando con el mismo mes del año anterior. Representa un porcentaje de 6,8 puntos por encima de la del mes de abril, en que cayeron un 39,9%. Es la mayor caída de la serie histórica, que se inició en 2002.
Son datos ofrecidos por el Índice de Cifra de Negocios Empresarial que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se trata del tercer mes consecutivo en caída libre de las ventas de las empresas a consecuencia del impacto de la crisis sanitaria. A ese respecto, el INE ha señalado que desde el 4 de mayo los locales comerciales, que no podían vender al público, han ido reabriendo. Asimismo, han ido adaptando sus aforos.
Igualmente, establecimientos turísticos, de restauración y hoteles, aún con ciertas restricciones, han podido ir abriendo sus puertas. Todo ello, de acuerdo con el plan de transición hacia la nueva normalidad y según los distintos territorios avanzaban en las fases de desescalada.
Con la reactivación económica, se produjo un aumento del 15,3% de la facturación de las empresas en el quinto mes del año respecto al anterior.
Así las cosas, la caída de la facturación empresarial en mayo se debió a los retrocesos interanuales de los servicios en un 42%. También de la industria (-33,1%), el comercio (-29%) y el suministro de energía eléctrica y agua (-25,3%).
Una vez corregido los efectos estacionales y de calendario, el resultado es que las ventas de las empresas se desplomaron un 30,6% comprado con mayo de 2019.
Atendiendo este aspecto, las ventas de servicios cayeron un -41,3%, la industria (-29,3%), el comercio (-27,2%) y el suministro de energía eléctrica y agua (-20,5%).
En tasa intermensual, mayo sobre abril, y según este criterio, la cifra de negocios de las empresas subió un 13,5% Esto supone un 41,2% más que el mes anterior.
Asimismo, el comercio se incrementó en un 21,9%, y la industria un 18,5%. Son los sectores que mejor evolución mensual han mostrado. En cambio, el suministro de energía eléctrica y agua, saneamiento y gestión de residuos fue el único con caída de la facturación (-3,6%).