Exige al Gobierno que cumpla el Estatuto de Gernika.
Durante su intervención en un acto con motivo del Alderdi Eguna, Día del Partido, Iñigo Urkullu, lehendakari de Euskadi, ha reivindicado que el País Vasco se ha reconocido como una realidad nacional, se consideren sus derechos históricos como “poder constituyente” y se establezca una bilateralidad con el Estado. Asimismo, exige al Ejecutivo de Pedro Sánchez que cumpla con la “deuda” pendiente del Estatuto de Gernika.
En el evento, celebrado en Foronda, Vitoria, bajo el lema “Prest” (preparados) y en un escenario presidido por un lazo amarillo de grandes dimensiones, Urkullu se refirió al la cuestión catalana. “Abogamos porque se ponga fin al encarcelamiento preventivo de todas las personas que participaron en el procés. La prisión provisional no es una medida proporcionada ni justificada. Las palabras del Gobierno español tienen que materializarse en hechos”, señaló.
Así, defiende “la distensión, el diálogo con voluntad de acuerdo y la iniciativa política”. “Hay modelos de respuesta en el mundo occidental. ¡Hace falta ponerse manos a la obra ya!”, enfatizó.
Aseguró que Euskadi “avanza con hechos” en la “construcción nacional y social”. Su autogobierno es “más fuerte”, dijo. “El esfuerzo por construir la nación vasca desde los hechos, con exigencia, asumiendo también nuestras carencias” es el “hilo conductor que marca la continuidad”, apuntó el lehendakari.
El mandatario vasco subrayó que “pueblos como el nuestro tendrán su reconocimiento como nación si son capaces de aportar y hacer las cosas bien. Se trata de ser una nación con voz propia en el concierto internacional, compartiendo el modelo vasco de cooperación, igualdad, paz y convivencia”. De ahí que en la Europa del siglo XXI los vascos quieran “ser, tener, hacer y decidir como país en un proyecto abierto y sin fronteras, de soberanías compartidas”.
No obstante, antes de conseguir un nuevo estatus de autogobierno su objetivo es lograr “que se cumpla el Estatuto de Gernika en su integridad”, una “asignatura pendiente del Gobierno español”. “Es una deuda que exigimos se cumpla”. El objetivo final es conseguir que Euskadi sea una “nación en Europa”.
Con el desafío marcado de “ensanchar el acuerdo para la actualización y profundización del autogobierno”, Urkullu ha instado a que “cada fuerza política diga qué está dispuesta a aportar para favorecer el entendimiento”. Y subrayó: “Esto es lo que no hacen, se atrincheran en juegos de palabras, nos plantean líneas rojas objetos, nos exigen divorcios o unidades inquebrantables. Hay quien nos pregunta por el sacrificio personal que estaríamos dispuestos a asumir. El PNV sabe de sacrificio personal y colectivo”.
En ese sentido, instó a reconocer “Euskadi como realidad nacional”. “Cuarenta años de la Constitución, buena ocasión para recordarlo tras la abstención mayoritaria de nuestro pueblo”, indicó.
Así, el lehendakari recordó las “vías de ampliación del autogobierno” que se contemplan en la Carta Magna y en el Estatuto de Autonomía, y que después de 40 años desde la aprobación y 39 de la firma, respectivamente, es “buena ocasión para cumplirlo”. Para ello, reivindicó una “bilateralidad efectiva y sistema de garantías en su cumplimiento”.
“Tendremos que lidiar con los maximalismos de unos”, señaló, “los maniqueismos y los inmovilismo de otros. Vamos a perseverar, paso a paso. Vamos a seguir la estela de nuestra propia historia, construcción social y construcción nacional para avanzar como pueblo”, con el fin de “ubicar Euskadi en el horizonte europeo”.