Arroja un superávit de 23.264 millones de euros hasta julio.
Según datos de la balanza de pagos del Banco de España, el sector turístico creció en 18 millones de euros respecto al mismo periodo de 2017 en los primeros seis meses del año. Sin embargo, en julio experimentó una caída del 5,7%. En abril fue del 4,7% ya en febrero del 1,7%.
34.339 millones de euros fueron los ingresos de enero a julio en este sector, un incremento del 3,3%, mejorando en 1.108 millones que gastaron los extranjeros en España, frente a los 11.078 millones, un 10,9% más, de lo que los españoles gastamos en el exterior.
Así, según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera, Frontur, 47 millones de turistas internacionales, un 0,3% más, visitaron España de enero a julio, lo que supuso un gasto de 50.691 millones de euros, un 3% más, según Egatur. Los ingresos que se reflejan en la balanza de pagos hacen referencia al gasto de los extranjeros que revierte a España, no incluyendo el gasto hecho en origen. De ahí que no coincidan.
1.076 euros, un 2,6% más, es el gasto medio por turista que vino a España, siendo el gasto diario de 147 euros, un incremento de un 5,4%. 7,3 días es la duración media de los viajes, es decir, 2,6 días menos respecto a la media de enero a julio de 2017.
Según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística, INE, las pernoctaciones en alojamientos turísticos colectivos -hoteles, apartamentos, campings, casas rurales y albergues- descendieron un 1,2% en julio en tasa anual, siendo una caída del 3,1% de los no residentes, pero un aumento incremento del 1,4% de residentes. Un 65% fueron en hoteles y un 35% en alojamientos turísticos extrahoteleros. Asimismo, se experimenta una caída de un 2,6% en la estancia media, 4,2 noches por viajero.
Si se prolonga la tendencia en los próximos meses, señala el Banco de España, de desaceleración del sector turístico no residente en nuestro país, podría llevar a que 2018 sea el primer año, desde 2009, en el que el crecimiento del turismo en España quede por debajo del crecimiento del PIB. El turismo de extranjeros representa el 60% de la actividad de todo el sector.
“Seguir incrementando indefinidamente las impresionantes cifras de visitantes de los últimos años es complicado”, admitía esta pasada semana Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresa. “Nada puede crecer exponencialmente de forma indefinida. Probablemente no es ni siquiera deseable”, señaló. Así, el objetivo para la ministra es trabajar por un turismo de calidad que haga que turistas con mayor capacidad de gasto vengan a España.
Esta idea es compartida por el lobby turístico Exceltur, que aglutina a una treintena de empresas turísticas, y que ha variado en dos ocasiones sus previsiones anuales de crecimiento para el sector turístico, desde el 3,3%, pasando por el 2,6%, hasta el 2% actual. Han tenido que transcurrir diez años para que el turismo crezca por debajo del total de la economía, que lo hizo en un 2,7%.
La tasa de crecimiento en los primeros meses del año comenzó con valores por debajo del mismo periodo de 2017 en cuanto a ingresos por turismo y viajes en la balanza de pagos. Se certifica, por tanto, la ralentización del ritmo respecto al año pasado. Sin tener en cuenta el efecto calendario y estacional, la media supone un aumento del 4%, por debajo de 2016, 11%, y 2017, 8,5%.
Cabe recordar que en 2017 se batieron prácticamente todos los récords en el sector turístico. Se ingresaron más de 60.000 millones de euros y el superávit se situó en 40.570 millones, gracias a los 81,4 millones de extranjeros que visitaron España.
Se podrían haber alcanzado los 82 millones de visitantes, pero el efecto del 1-O en Cataluña hizo que se perdieran 230.000 turistas. Aún así, esta comunidad sigue encabezando la lista de primeros destinos en cuanto a entradas.